PRUEBA: Toyota Land Cruiser 150VX (2023)
¿El 4x4 más racional del mercado?
Antes de probar este Toyota Land Cruiser 150 VX he decidido no mirar el precio. Prefiero no condicionarme, conducirlo a fondo durante una semana, compararlo con los demás titanes del 4×4 y sólo después mirar cuánto cuesta.
Tiene un motor diésel de 4 cilindros y «solo» 204CV, cambio automático de convertidor de par y un peso de 2.300kg por lo que sobre el papel se queda algo atrás en cifras si lo comparo con sus rivales, pero su reputación le precede tras más de 10 millones de Land Cruisers vendidos durante sus más de 70 años de vida.
Tanta gente no puede estar equivocada…¿o sí?
Un Toyota Land Cruiser en su salsa
¿Qué es un Toyota Land Cruiser? Un poco de historia
De igual manera que el Jeep Wrangler tuvo su origen en un vehículo militar (el simpático e indestructible Jeep Willys), el Toyota Land Cruiser nació en 1951 con el mismo propósito y bajo otro nombre: Toyota Jeep BJ.
El ejercito estadounidense -involucrado como de costumbre en todas las guerras posibles- demandó a la industria japonesa que le suministrase un vehículo militar compacto de 4 ruedas para utilizarlo en la guerra de Corea, algo para lo que Toyota estaba especialmente preparada por aquel entonces.
Toyota Jeep BJ de 1951 [Fuente]
Tras haber fabricado infinidad de camiones para el ejército japonés durante la Segunda Guerra Mundial, la producción de este tipo de vehículos para Toyota sería pan comido (que algo se inspiraron en el Willys Jeep tampoco es ningún secreto al ver sus formas) y en poco más de 4 años de entregas e infinidad de pruebas para demostrar su robustez, Toyota descubre que podía venderlo como coche de calle.
Las denuncias por parte de la Willys Company en 1954 en relación al plagio de su nombre obligarían a Toyota a cambiar el nombre de BJ por Toyota Land Cruiser, nombre con el que se pondría en el mercado en 1955 acompañado de ligeros cambios estéticos pero profundos mecánicos: motor con bloque de hierro serie F, ballestas delanteras y traseras, cojinetes de goma para mantener las vértebras en su sitio y una menor batalla para hacerlo más maniobrable.
Toyota Land Cruiser Serie 40, «The Forty» [Toyota]
Nacía así la Serie 20 y revolucionaría el mercado automovilístico japonés en solo 2 años. Para 1957, más del 30% de las exportaciones de coches japoneses eran Land Cruisers. Toyota había dado en el clavo. A esa serie 20 le seguirían las series 40 de principios de los años 60 (el conocido como «The Forty»), el FJ55 ó 55 a secas de finales de los 60 hasta los 80, el Serie 60 y 70 y por fin, la llegada de la Serie 90 de finales del siglo XX.
El Land Cruiser había ido creciendo en tamaño y ahora lo hacía en lujos en una transición parecida a la que le sucedió al Land Rover Defender. Empezaban a huir del campo y a adentrarse en la vida cotidiana de las personas por lo que había que ofrecer comodidades: cuero, suspensión independiente delantera y una dirección de cremallera lo convertían en un coche agradable de utilizar en el día a día, adelantándose a la pandemia de SUVs que estaba a punto de aterrizar.
Así en 1998 surge la Serie 100, claramente enfocada a un público menos rural y más urbanita que nunca con una estética diseñada como novedad fuera de Japón (en el centro de estilo de la marca en Francia), algo que ya perduraría hasta el día de hoy a través de las Series 200 (más ancho y largo que el 100) y el actual Serie 150 que es el único que se vende actualmente en España, en carrocería 5 puertas y 7 plazas y que te traigo hoy.
Pero no te equivoques, este Land Cruiser no es un SUV ni se le parece. Mantiene el chasis de largueros y travesaños inaugurado por el primer BJ, tiene tracción total permanente con reductora y bloqueo de diferencial central, eje trasero rígido, modo de arranque en segunda, modos de conducción Offroad (MTS) y un par de sistemas de suspensión muy especiales: suspensión neumática variable adaptativa (AVS) y Suspensión adaptativa «Kinética» (KDSS), que conecta hidráulicamente las barras estabilizadoras delantera y trasera para maximizar el recorrido de la suspensión.
Todo eso no lo tiene un SUV cualquiera…
Land Cruiser Serie 150 en acabado VX (unos 2.700€ más caro que la versión básica GX con llantas de chapa y más plástico negro visto)
Toyota ya ha anunciado la nueva Serie 300 del Toyota Land Cruiser, una versión renovada de la Serie 200 pero que por desgracia parece que no llegará a nuestro mercado. [Toyota]
Paseo por dentro: un interior atemporal y robusto
Abro la enorme puerta del conductor, trepo a su interior y arranco sus 2,8 litros de cilindrada. Su sonido no es especialmente evocador…pero por amor a mi bolsillo me alegro de que sea diésel. Miro a mi alrededor y confirmo lo que imaginaba. Toyota nunca ha destacado por sus diseños interiores pero sí por la calidad de los mismos y este Land Cruiser es la mejor combinación de ambas cosas.
Es sencillo, con más plásticos duros que un Land Rover Defender o un Mercedes-Benz Clase G pero gracias al cuero, la madera y la buena elección de materiales agradables al tacto ahí donde normalmente caen las manos, transmite comodidad y serenidad desde el minuto uno. No tiene la radicalidad de un Jeep Wrangler con los tornillos vistos, tapas de colores vivos para proteger puertos de conexión o alfombrillas de goma, pero tampoco se siente especialmente moderno y refinado.
El interior puede escogerse en este color claro Beige o en cuero Negro.
Parece como si Toyota hubiese decidido aparcar el diseño de varios mandos y botones hace 30 años. Y no lo digo como una queja, todo lo contrario, es un acierto absoluto mantener estos botones ya que décadas de mejora continua habrán conseguido que duren un millón de kilómetros sin un solo grillo ni fallo eléctrico. El cuadro de instrumentos presenta relojes analógicos de toda la vida y una minúscula pantalla central -compartida con un Yaris GR, por ejemplo- que muestra información offroad interesante como el ángulo de giro de las ruedas (avance), la presión de los neumáticos (incluida la de repuesto del maletero) o la velocidad seleccionada en el modo especial de conducción CRAWL que luego te contaré.
Por lo demás podría decirse que va «hasta arriba de extras»: pantalla táctil central -misma que la de un Corolla, un Yaris, un CH-R… con un marco ligeramente diferente aquí-, volante calefactado, techo solar generoso (que por desgracia genera algún reflejo en la pantalla central cuando va abierto) y unas butacas calefactadas y ventiladas extremadamente cómodas. Pero si hay algo diferenciador en el interior de este Land Cruiser es su espacio disponible.
Aun acogiendo a 7 pasajeros de estatura normal (la última fila no es exclusiva para niños) el espacio para las plazas traseras sigue siendo inmenso gracias a poder regular en profundidad sus banquetas, algo que permite casi viajar con las piernas estiradas en la fila de en medio. La 3ª fila de asientos puede abatirse eléctricamente, algo necesario si quieres ganar espacio en un maletero que de manera contraria es casi inexistente.
Es por tanto un interior acogedor, simple pero 100% funcional lo que lo convierte en un sitio donde poder pasar horas y horas sin problemas con todo tipo de lujos. Quizá como punto mejorable sería la traducción al español del control por voz (algo que desconozco si es exclusivo de esta unidad o pasará en todas) pero no es un secreto que el Toyota Land Cruiser tiene como mercado principal el estadounidense y eso se tenía que notar en algún lugar.
Paseo al volante: un 4×4 de verdad
Tras varios días disfrutando del Land Cruiser como coche de diario, llega el momento que llevaba esperando toda la semana. Me levanto proto el sábado y me planto en una de mis rutas 4×4 cercanas que terminan en varias subidas con una inclinación respetable donde pongo a prueba siempre todos los Todoterrenos.
La dirección se nota menos desmultiplicada que la de un Jeep Wrangler pero sigo teniendo esa sensación de «barco» imposible de camuflar por su altura y peso. Me recuerda a la del Land Rover Defender aunque es aquí un poco más dura y precisa. Me asombro al leer que su asistencia es eléctrica porque su tacto es realmente delicioso en estos terrenos pudiendo controlar el volante casi con dos dedos mientras vuelo por caminos por caminos rápidos con una precisión que impresiona.
No tiene la agilidad del Ford Ranger RAPTOR ni mucho menos pero hace que se sienta más pequeño de lo que me esperaba gracias a una suspensión de manual de ingeniería. La posición más alta de la suspensión solo se mantiene hasta una determinada velocidad pero al levantar el eje trasero -el delantero apenas modifica su altura con respecto al suelo- es posible recorrer caminos completamente rotos sin despeinarse. Lo que en carretera definía a mis acompañantes como una «alfombra mágica» en caminos rotos y bacheados tampoco se queda corto.
Pero donde sorprende realmente es en la facilidad que demuestra al subir por pendientes con tierra muy suelta en las que su sistema de tracción total consigue repartir el par entre las ruedas de manera tan inteligente que lo convierte todo en una tarea tremendamente sencilla. Zonas donde el Mercedes-Benz G400d se quedaba empanzado éste Land Cruiser las pasa sin despeinarse y encima con total control y seguridad.
Gran parte del éxito la tienen estos neumáticos DUNLOP AT23 Grandtrek en medidas 265/55 R19 M+S que funcionan a la perfección en este tipo de terrenos.
Mis miedos a la falta de potencia de este 4 cilindros se desvanecen también rápido. No tiene la inmediatez ni la patada de los 800Nm de sus rivales, pero con 500Nm este Land Cruiser se defiende como gato panza arriba en cualquier situación pareciendo a veces que tiene 2 cilindros más bajo el capó. Se combina además a la perfección con su caja de cambios automática de convertidor de par, permitiendo controlar el movimiento del coche de manera milimétrica, algo que el Defender no conseguía.
Este Toyota Land Cruiser dispone también de varios modos de conducción al uso (Confort-ECO, Normal, Sport y Sport+), algo que entiendo es derivado de otros modelos de la marca pues no termino de encontrarle el sentido a ofrecer dos modos deportivos en un coche de estas características. Los que sí pueden ser de ayuda son el modo CRAWL (solo activable con la reductora engranada) que permite circular a una velocidad constante por cualquier terreno sin necesidad de pisar ningún pedal,- o el Sistema Multi-Terrain (MST) que adapta la sensibilidad del acelerador, el control de tracción y el sistema de frenado dependiendo del terreno (ROCA, ROCA Y POLVO, GRAVILLA, BADENES Y BARRO & TIERRA).
Es cierto que no todo es brillante como por ejemplo el tacto del freno que es mejorable pues está demasiado asistido para mi gusto y su recorrido es tirando a esponjoso, pero sus pinzas de fundición de aluminio delanteras con 4 pistones aguantan lo que les eches. El sonido también es una asignatura pendiente sobre todo si lo comparas con otros 4×4 de mayor precio pero de nuevo, creo que el comprador objetivo de este coche no le dará demasiada importancia a este aspecto.
Pero salvando estos dos detalles sin importancia, el Land Cruiser es un 4×4 de 5 puertas asombrosamente capaz y efectivo. Se siente como pez en el agua al salir de la carretera gracias a una suspensión que se traga absolutamente todo sin transmitir demasiados movimientos al interior manteniendo siempre esa sensación de seguridad y control que en TTs más pequeños no tengo.
Tras varias horas disfrutando como un niño pequeño vuelvo a la carretera como nuevo, confirmando que este Land Cruiser es uno de los Todoterrenos grandes más polivalentes, cómodos y efectivos que he conducido. ¿Será también el más barato?
Como curiosidad, este Land Cruiser permite aumentar el ralentí con un botón en caso de que la calefacción en el interior sea insuficiente.
Paseo por fuera:
Sabes que siempre suelo dejar lo peor para el final pero en este caso ha sido por orden totalmente aleatorio porque estéticamente el Toyota Land Cruiser es un coche redondo. Sus formas son sinceras: es un coche grande, alto y largo con cierto aire lujoso -los detalles cromados aquí y allá intentan acentuarlo- pero a la vez sencillo y robusto con faros y pilotos grandes y sencillos, mucha superficie acristalada y ningún tipo de drama en sus líneas.
Quizá la única concesión del diseñador sean sus abultados pasos de rueda traseros que le dan un aspecto de coche más gordo de lo que es en su vista 3/4 trasera, pero como todo lo demás en el coche es de esas veces que la forma copia la función sin estridencias.
Interior
El color marrón Glacé cuesta poco más de 1.500€ (una de las pocas opciones de configuración que ofrece Toyota para este Land Cruiser) y las llantas de 19″ (que no he sido capaz de encontrarlas en el configurador de la marca, pero entiendo costarán en torno a 450€) son las únicas dos cosas que yo cambiaría para darle un aspecto más de TT y menos de SUV urbanita, pero en general es un coche que visualmente funciona para transmitir exactamente lo que es, un 4×4 de verdad con todas las comodidades para ser utilizado en el día a día y con un ligero toque de exclusividad y diferenciación sobre los SUVs grandes de líneas agresivas heredadas de anteriores berlinas.
¿El mejor compromiso?
Llegados a este punto miro el precio: cuesta 60.000€ por lo que su principal competidor era el Jeep Wrangler Sahara. Y digo era porque antes su precio calcaba al del Land Cruiser pero ya sólo es posible comprarlo en versión híbrida 4xe y su precio es de ¡86.000€!. Los Land Rover Defender y Mercedes-Benz Clase G superan los 100.000€ por lo que, dejando de lado las pick-up tipo Ford Ranger y el minúsculo Suzuki Jimny, el Toyota Land Cruiser es el Todoterreno de verdad utilizable para el día a día más barato que se puede comprar hoy.
Tengo que reconocer que el Land Rover Defender sigue siendo mi perdición al volante en conducción Offroad como Todoterreno grande y el Jimny tiene mi corazón como opción más barata, pero este Land Cruiser marca todas las casillas y sería el Todoterreno que yo de verdad me compraría porque mientras termino de escribir estas líneas sigo con con esa sonrisa tonta en la cara que florecía al coronar la cima de esa cuesta tan empinada que muchos otros 4×4 no consiguieron negociar con éxito.
Nadie se puede arrepentir de la compra de este coche, salvo que seas un Geek empedernido y no puedas aguantar unos gráficos algo anticuados, una resolución de las cámaras frontal y trasera mejorable o la falta de absurdas superficies táctiles con las que poder perder la atención de la carrretera (por lo menos tendrán Apple CarPlay y Android Auto para calmarse). Se comporta en conducicón Offroad normal como un Defender y no llega a la radicalidad y perfección de un Wrangler en conducción 4×4 extrema quien sigue siendo el rey, pero el Land Cruiser consigue casi lo mismo cuidando infinitamente más a sus ocupantes gracias a una suspensión brillante y una dirección con más sentido para el día a día.
La única pega es un consumo de combustible de 10-11l/10km (mi media fue de 10,4l/100km tras 13horas de conducción) pero cualquiera que se plantee la compra de un coche de este nivel de precio, tamaño y peso debería ser consciente de que 5l/100km no los va a encontrar en el mercado.
Por tanto sí, el Toyota Land Cruiser ha sido toda una (agradable) sorpresa pasando a ser la opción más lógica y económica si lo que buscas es un 4×4 de verdad con 7 plazas para utilizar en tu día a día y salir a hacer el cabra de vez en cuando disfrutando de uno de los mejores Todoterrenos de la historia.