PRUEBA: MG5 Electric Gran Autonomía Luxury (2024)

PRUEBA: MG5 Electric Gran Autonomía Luxury (2024)

¿El futuro lógico o el enemigo en casa?

Este es un coche que seguro no conocías y no esperabas encontrar aquí. Y yo tampoco. Pero mientras esperamos poder echar el guante al esperadísimo MG Cybersteer, vamos a echar un ojo al eléctrico con más lógica de la oferta de MG, por mucho que el MG4 se esté vendiendo como churros en Europa.

Es chino, sí, y 100% eléctrico con unos 400km de autonomía y espacio para llevar cómodamente a una familia de 4 integrantes con la comodidad de una berlina alemana de toda la vida. ¿Por qué no se ven más por la calle entonces?

Porque no es un SUV. ¿O hay algo más?

Pero entonces…¿esto qué es?

El MG5 es el coche que cualquier padre de familia habría comprado sin dudarlo hace 15 años pero que hoy nadie mira. Irónicamente la marca en su página web lo cataloga como SUV pero no hay por donde cogerlo. El MG5 es un compacto con carrocería familiar, algo más elevado de lo normal pero la estética no cuela. Quizá es este el principal motivo por el que el otros modelos de la marca con peores cifras de habitabilidad interior y consumos se están merendando el mercado.

Algo que sigo sin entender. Este coche cuesta unos 23.000€ (Actualizado agosto 2024: por los aranceles a coches chinos, ¡¡¡su precio ha subido en julio 2024 a 36.980,00€!!!), es 100% eléctrico y tiene una autonomía de 380km de autonomía (sin A/A llegas a 400km). Con estos precios, no hace falta ni sacar la calculadora para ver que es una solución realmente rentable. Su competencia europea cuesta el doble; por ejemplo, el nuevo Opel Astra Sportstourer Electric tiene 300km de autonomía y supera los 40.000€.

Vamos a ver si tiene algún motivo (malo) para ello:

Esta versión Gran Autonomía tiene una batería de unos 61kWh y 156CV, con una autonomía real de 380km.

MG vende una versión un poco más barata llamada Autonomía con una batería menor (50kWh), algo más potente (177CV) y menos autonomía (310km).

Paseo por el interior

Nada más montarte el MG5 Electric parece menos barato de lo que es; o al menos esa es la primera impresión. El diseño no es revolucionario, pero está a la altura y la calidad de los materiales es en general buena. Es más, te propongo una prueba: mira estos 3 interiores donde he ocultado el logo de la marca; ¿sabrías identificar cuál es el que corresponde a este MG5?:

Es este último.

Según van pasando los días vas encontrando cositas que reflejan la velocidad a la que se ha desarrollado este coche, el poco interés o quizá la falta de perfeccionismo al que los demás fabricantes de toda la vida nos tienen habituados. Tiene bastantes crujidos después de poco más de 20.000km -especialmente llamativo el del retrovisor central-, no funciona el control por voz, algunos menús están en inglés, otros en español y algunas traducciones en portugués…

Son temas sin importancia pero poco a poco todo suma: no utilizan las mayúsculas para la primera letra de los menús, no se puede ver el navegador mientras estás hablando por teléfono a través del Bluetooth del coche, no es fácil saber si tienes o no encendidos los asientos calefactados, no se muestra el nombre de la emisora de radio (solo el dial y encima el coche cada vez que arrancas lo hace en la misma emisora, no en la que lo dejaste al apagarlo), o no poder cambiar entre diferentes visualizaciones del cuadro de instrumentos.

Son tonterías y probablemente no justifiquen la enorme diferencia en precio con sus competidores pero da rabia tener esa sensación de que no es un coche “hecho con cariño”. Por otro lado, la sencillez se convierte en virtud. Es muy sencillo leer este cuadro y aporta información interesante como el % de potencia que estás usando en cada momento (las nuevas “revoluciones”), velocidad, autonomía y diversos gráficos como el flujo de energía, la presión de los neumáticos, etc…

Los materiales también tienen sus claroscuros. Hay tapizados en un material a medio camino entre tela vaquera y neopreno con buen tacto, plásticos mullidos en zonas de tacto frecuente, una línea azul de plástico que cruza de lado a lado el salpicadero para darle un toque de color y unos asientos de tela que además resultan tremendamente cómodos. Pero el volante da muy mala sensación; está tapizado en un plástico que imita cuero y que tengo serias dudas de cuál será su estado a los 100.000km.

Una vez que te olvidas de esto, el MG5 tiene espacio para aburrir. Caben 5 personas sin problema, tiene un maletero muy generoso -al que solo se le echa en falta un fondo totalmente plano al abatir la segunda fila de asientos- y un techo solar panorámico para que la experiencia sea redonda, pero tampoco es fundamental.

Donde sí destaca para bien es a nivel tecnológico. Monta todos los sistemas ADAS por los que los fabricantes europeos te cobran miles de Euros en extras, está plagado de cámaras (tiene función 360º, aunque con una resolución mejorable) y los asientos tienen regulación eléctrica (solo el del conductor) y calefacción.

El tamaño de letra es muy pequeño en la pantalla central, con textos difíciles de leer mientras conduces. Además, diversos menús tienen tamaños de letra diferentes lo que da una sensación de peor calidad percibida.

Paseo al volante

El MG5 Electric pesa poco para ser un eléctrico, en concreto 1.562kg. Pero pretender sacar una pizca de deportividad de este aburguesado eléctrico no tiene sentido. Está claramente orientado a un uso diario y familiar, cumpliendo en esto con nota. Es comodísimo de suspensión sin ser excesivamente blando, sus ayudas a la conducción son muy intuitivas gracias a manejarlas con una palanca tras el volante, dejando espacio en este para botones más útiles que permiten navegar por el cuadro de instrumentos y manejar la radio.

La dirección se nota suelta e imprecisa cuando intentas ir rápido pero de nuevo perfecta para conducción sosegada y sus modos de conducción Confort, Eco y Sport modifican ligeramente su respuesta así como la del acelerador. El tacto del freno es blando pero no se nota nada el paso de regeneración a frenar con discos como sí sucede con otros eléctricos (CUPRA Born, por ejemplo) y el coche en general tiene el empuje de un coche de 200CV (tiene 156CV) y 300Nm (y 280Nm) antes de llegar a los 90km/h que se desinfla como un globo.

La palanca de la izquierda cambia entre modos de conducción mientras que la derecha, KERS, modifica la regeneración entre tres niveles disponibles.

A la hora de ir rápido el límite lo ponen los neumáticos y las ayudas a la conducción. Los primeros -unos Michelin Primacy 4– pierden adherencia acelerando a fondo desde parado e incluso entre 30-50km/h y las segundas, aun estando realmente bien taradas y casi imperceptibles, entran a la fiesta antes de lo deseado cortando la diversión.

Curvear con esto por tanto no tiene sentido pero es de alabar la enorme sensación de confianza y seguridad que da el coche. La única parte mejorable es la postura de conducción, especialmente la posición del reposapiés para la pierna izquierda que queda más flexionada de lo habitual (o por lo menos midiendo más 1,80m) pero los coches italianos y franceses han tenido problemas parecidos toda la vida y todos nos hemos acostumbrado…será también cuestión de tiempo aquí.

Paseo por fuera

Es difícil ver otro MG5 por la calle pero hacerlo en un color algo más alegre que este soso color plata se agradecería; aunque la oferta es realmente escasa con el rojo y el negro como únicas alternativas. No obstante, el morro tiene personalidad y se identifica rápido como un MG “de los modernos”, con la parrilla delantera cerrada como buena imagen de coche eléctrico que debe imprimir.

Su lateral es sencillo y quizá lo más característico del coche por la inusual elevación de la carrocería en este tipo de coches con 2 volúmenes. Las llantas tienen un único diseño que se ve algo desfasado -recuerdan a las “odiosas” llantas del Toyota GT86 de primera generación- y la trasera es sencilla pero elegante, con unos pilotos de curioso diseño interior.

Conclusión

El MG5 Electric es exactamente como te lo que imaginas: cómodo hasta aburrir. Genera bostezos y no romperá cuellos pero es simplemente perfecto para el día a día del 90% de los mortales que siguen renegando del coche eléctrico. Pone contra las cuerdas cualquier estudio de cualquier cuñado para ver si te merece un eléctrico o no y tan solo la autonomía de 400km unido a una potencia de carga baja (87kW, necesitando 40min para llegar al 80%), podrían ponerlo en entredicho si se van a realizar largos viajes de manera regular con él.

Corre poco por lo que también consume poco (14,9 kWh/100km), la calidad de rodadura está perfectamente a la altura de los estándares actuales y no se ve demasiado feo. No soy partidario de infestar el Viejo Continente de coches chinos pero la realidad es aplastante. Ya hemos caído todos con los móviles, televisores, ordenadores, videoconsolas y en realidad, prácticamente cualquier elemento de tu hogar se ha fabricado en China. ¿Por qué? Porque son baratos. Y punto.

El dinero ya no es un problema para tener un eléctrico (Actualizado agosto 2024: con los nuevos aranceles impuestos a los coches chinos por la Comisión Europea, el coste ha dejado de ser tan atractivo). La industria está en constante cambio pero este coche empieza a tener sentido si no vas con prisas.

¿Será fiable? Solo el tiempo lo dirá…