PRUEBA: Mazda MX-5 NA 1.6 (1992)
¿ES EL PRIMER MX-5 (NA) TAN BUENO COMO PARA PAGAR 7.500€ POR UN COCHE DE 28 AÑOS?
Como os contaba hace un tiempo en el arículo histórico del MX-5, donde explicaba al completo el nacimiento de este modelo, me he propuesto probar todas las generaciones del pequeño y exitoso Roadster (del NA al ND) y así conocer en detalle no solo la historia si no también cómo va y qué se siente al llevar uno de los iconos del automóvil más conocidos de todos los tiempos.
Hoy le toca el turno al primero de todos ellos, al que inició el mito: el NA. Para ello quedo con Pedro, el simpático dueño de un MX-5 de 1992 nacional, que además lo tiene a la venta (aquí todos los detalles). Nos ponemos manos a la obra.
Pero… ¿qué es esto?
Aunque en este caso creo que lo tendrás bastante claro, en pocas palabras esto es un MX-5 NA; un Roadster (es decir, un biplaza descapotable) con tracción trasera, cambio manual y un pequeño motor delantero longitudinal 1.6 que rinde 115CV. Entiendo que si estás aquí no te estarás haciendo la pregunta de si es diésel o gasolina…
Una trasera sencilla, totalmente en consonancia con el coche. Eso sí, si buscas un coche con mucho maletero ya puedes ir buscando otro porque entre la batería y la rueda de repuesto queda literalmente espacio para una maleta de cabina y una bolsa de deporte, a lo sumo.
Paseo por fuera
El NA es un coche atractivo y he de reconocer que lo es mucho más en persona. En fotos no aparenta ser tan pequeño pero es que en persona el coche se ve realmente bajo. Al lado de cualquier otro coche se ve realmente pequeño y demuestra que este es un coche diferente a lo que sueles ver en la calle.
Dando una primera vuelta alrededor del coche te empiezas a dar cuenta de la simplicidad absoluta de este coche. Todo es funcional, no tiene ni un solo elemento de más que no sirva para algo en concreto y es que esa es su principal baza: la ligereza. Pero de eso hablaré un poco más adelante, al volante.
Esta unidad en concreto está pintada en un elegante color blanco. En realidad re-repintada, ya que aunque por lo visto este modelo salió de fábrica en color blanco pero el anterior dueño decidió repintarlo en color amarillo. La vuelta al blanco le queda muy bien permitiendo ver mejor las formas del MX-5 que en colores más oscuros. Además el trabajo de pintura es excelente, sin una sola imperfección en ninguna zona del coche.
Los ojos faros escamoteables son muy característicos y le dan muchísima personalidad a este coche. Llevarlos levantados y verlos mientras conduces es algo que no podrás hacer con ningún coche actual debido a las actuales normas de seguridad (atropello de peatones)
El tintado de los intermitentes, pilotos y luz de freno trasera oscurecidos tampoco le quedan nada mal a este feliz Roadster. No puedo dejar de pensar en que visto desde delante este coche parece que te sonríe.
Pero sin duda lo que se lleva todas las miradas del exterior son las llantas Japan Racing de 16″ en negro que equipa esta unidad, ganando tamaño frente a las pequeñas de serie en 14″. Personalmente no serían mi primera opción, pero tengo que reconocer que en esta combinación de colores le dan un toque deportivo al lateral que las llantas de serie no tienen.
Llantas Japan Racing 16″ en negro que dejan ver quizá uno de los puntos más flojos de este coche, los pequeñísimos discos de freno.
En cuanto mecánica, el coche va prácticamente de serie con tan solo dos ligeras modificaciones: filtro de aire deportivo (se ha sustituido la caja original con el filtro de serie por uno de tipo cono) y escape con silencioso intermedio modificado según el dueño (sin catalizador, vamos).
Bajo el capó me encuentro que para lo pequeño que es el coche asombrosamente hay bastante espacio libre. El motor 1.6 es realmente pequeño, está muy atrasado y no es de extrañar por tanto que haya tanta gente que faltos de potencia decidan meter en este vano motor bloques V8 de Corvettes como LS1 o LS2 que parecen entrar sin problemas (cambiando también caja por supuesto). En nuestro caso, veremos qué tal se comportan los 115CV a 5.500rpm de este modelo.
En esta unidad la tapa de la culata de aluminio está pintada en negro con las letras en rojo. Un toque diferente al típico plateado mate de otras unidades.
Además resulta curioso ver lo sencillo que es el sistema de los limpias delanteros formado por un par de varillas bastante desprotegidas, o el ligero capó que tiene aproximadamente 0 aislamiento.
Paseo por dentro
Dentro el coche puede definirse con una sola palabra: espartano. Cuando te sientas dentro por primera vez se siente pequeño pero asombrosamente es mucho más espacioso por dentro de lo que aparenta por fuera. En concreto éste NA tiene además una guantera delante y un pequeño cofre central, pero no es raro ver NAs que no tienen ni huecos para dejar las llaves o el móvil, o ni siquiera guantera. Es un coche donde la ligereza era el principal objetivo (estar por debajo de los 1.000kg) y lo demás era secundario.
Este NA de 1992 no tenía por qué llevar airbag por ley (se introdujo a partir del NA2 en 1994) así que no es raro encontrarse con NAs con volantes de tres radios como el MOMO que lleva esta unidad. No debería darte problemas en la iTV por ese mismo motivo. Junto con las llantas, es quizá lo que le aporta más deportividad a este coche y creo que es todo un acierto.
El pomo de serie se ha cambiado por uno de la marca MOMO (yo no lo habría hecho ya que el de serie es algo más cortito y creo que le queda mejor que este) pero cae perfectamente en la mano y es fácilisimo de manejar. Por último, pero no menos importante, los asientos son los de serie y son simplemente perfectos para este coche. Muy delgados pero lo suficientemente mullidos para ser cómodos y aportan algo de apoyo lateral.
Desenganchamos los dos cierres del techo descapotable manual desde el interior y con el tirador central en apenas 5 segundos el coche está totalmente descapotado teniendo una visión 360º que consigue sacarte una sonrisa incluso antes de arrancar el motor.
El interior tiene lo mínimo de lo mínimo; pero no nos engañemos ¿para qué quieres este coche?
Paseo al volante:
Por fin toca ponerse al volante. Llave en el contacto, arranca y me sorprende mucho el sonido… es muy audible desde el interior (vale que está descapotado) y aunque imagino que gran parte venga por el escape modificado, es cierto que Mazda se esmeró muy mucho en este apartado para darle un tono deportivo pero a la vez no ser molesto.
De cualquier manera, el tono bronco de este escape proporciona un plus todavía más de emoción que ya desde el primer momento incita a pisar el acelerador.
No llevar dirección asistida hoy en día significaría sudar la camiseta cada vez que te enfrentes a un aparcamiento pero con este pequeñín de apenas 1.000kg (+2 adultos) y las ruedas tan pequeñas (195/45 R16 ) no haría falta para nada, aunque esta unidad en concreto sí la lleve.
Meto primera, salimos, segunda y ya me doy cuenta de lo fácil que es ir engranando marchas en este coche.
No soy muy fan de poner este tipo de volantes en coches que pueden considerarse ya como clásicos, pero es verdad que el tacto y la sensación que da es perfecto.
El cuadro es muy sencillo (como no) con la información justa y necesaria y con una línea roja en las 7.000rpm que habrá que experimentar.
Y es una de esas cosas que no me quería creer del todo. Pero hay que probarlo para creerlo. Los recorridos de la palanca son súper cortos; no hace falta más que un toque suave de muñeca para ir engranando marchas y el tacto es simplemente una delicia. De verdad, hay que probarlo para creerlo.
El cambio de mi Z4 me encantaba, iba duro, preciso, pero al lado de este los recorridos ahora se me hacen una eternidad y me doy cuenta de que no por ir más duro es mejor. Y el del MINI al lado de este es una basura…
Sin duda el hecho de que la caja de cambios esté literalmente debajo de la palanca y que esta no tenga varillas ni otros elementos adicionales para conectarlo con la caja es el gran éxito de este modelo. Y es que encima como el motor es pequeño y atmosférico, te incita a ir jugando con el cambio todo el rato, buscando la parte alta del cuenta vueltas, con lo cual te encuentras en 2 minutos cambiando de marchas como un loco cuando en realidad no hace falta.
¿Y corre? Pues la verdad es que no mucho; en realidad, corre poco. Suena mucho, pero no tiene «punch» de ningún tipo. No me maliterpretes, el motor es perfecto para el coche. La segunda te pide a gritos que la estires hasta las 7.5000, sobre todo cuando al superar las 5.000 el sonido cambia (aunque corra exactamente lo mismo, porque por lo visto el caudalímetro del 1.6 deja de leer a unas 6.500rpm donde alcanza su máximo, y no tira más, aunque tu cabeza te diga que sí). Ir descapotado y estirarlo en segunda hasta casi el corte, meter tercera y hacer lo mismo es quizá lo que mas me gustó del coche.
El sonido ronco del escape es tremendamente adictivo; el escape de serie suena muy bien, pero entiendo por qué tanta gente decide modificar el escape para que suene todavía más.
Este es un coche que juega con tu cabeza. Y lo hace a la perfección. Juega a que te hagas sentir como que estás yendo rápido, cuando en realidad no lo estás. Cosa que es perfecta porque mantienes tus puntos en el carnet y encima te arranca una sonrisa.
Y esa sonrisa es la que te arranca cuando llegas a la curva, reduces de 3ª a 2ª y metes el coche con decisión. El coche balancea -menos de lo que esperaba-, y entra en la curva con mucha precisión. El tacto del volante y la dirección es también un gusto, mucho mejor que la del Z por ejemplo. Por desgracia no he podido llevarlo por mi puerto favorito, pero me imagino que intentar coger la curva lo más rápido posible sería sin duda mi pasatiempo con este coche para intentar salir de la misma lo más rápido que se pueda.
La suspensión de esta unidad es estrictamente de serie y creo que para lo que está pensado este coche va muy bien y no es necesario gastarse un € en mejorarla (con esta potencia y reglajes). Mis estándares de dureza en suspensión son bastante cuestionables por lo que para mi la de este NA es perfecta…pero aún así debo decir que es seca y dura, haciendo de este coche quizá un coche no tan recomendable para diario para todos los públicos. A mí me vale.
Y por último los frenos, lo que comentaba anteriormente que quizá son el punto más débil de este modelo. Parece que tras todo el curro que hicieron en Mazda (hasta pusieron las pinzas ambas apuntando al centro del coche para centrar el peso lo más posible) se les olvidó montar unos frenos en condiciones en este coche ya que tiene unos discos literalmente minúsculos. Son de 235mm con pinzas monopistón en las 4 ruedas y, aunque el rato que lo he conducido tampoco me ha dado tiempo ni confianza como para exprimirlo al máximo (en el fondo no es mi coche), se nota que le falta algo de mordiente con un recorrido del pedal muy corto y que podría ponerte en un apuro si no frenas con distancia suficiente.
El NA2 con motor 1.8 (a partir de 1994, recuerda) incrementaron algo en diámetro pero las opiniones que he podido encontrar van todas en la misma dirección, le falta potencia de frenado.
Es curioso como Mazda sigue montando discos relativamente pequeños hasta en el modelo actual ND 1.5 de 2015: 258mm ventilados delante y 255 detrás [fuente].
Conclusión: ¿me lo compro? Que a lo tonto son 7.500€…
Es un coche que emociona, que te da sensaciones de deportivo cuando en realidad no lo es (esto es un piropo, no me malinterpretes) y que por fortuna te permite disfrutar de él en (casi) todas las ocasiones. Y digo casi porque echo en falta más motor en este coche si lo que buscas es ir algo más rápido de lo normal, no solo sentirlo los primeros 5 minutos que te monstas en él.
Como primer coche puede ser una combinación perfecta y encima no es caro. Deja de mirar VW Polos con motores tricilindricos y 95CV por 14.000€ y gástate 6.000€ o 7.000€ en un NA que seguro que cuando algo se rompa (que se romperá seguro, es un coche de más de 20 años) todavía tendrás otros 7.000€ en el bolsillo para cubrirlo. Y las sensaciones que te dará este pequeñín no te las va a dar ningún coche por ese dinero.
Como segundo o tercer coche con el que darte un paseo el domingo descapotado tranquilamente, de vez en cuando estirarlo y entrar más rápido de lo normal en una curva, también te vale; por lo que en realidad tiene mucho más público objetivo del que me imaginaba. Y encima te llevas un coche que en 2-3 años ha subido 2.000€ en el mercado (inflado) de 2ª mano.
Si lo que estás buscando es para hacer esto, lo mejor es que apuntes hacia los NA2 con autoblocante, motor 1.8 y prepares la cartera para empezar a aflojar billetes: mínimo te tocará ponerle barra antivuelco, suspensión roscada, ampliar admisión, un turbo o compresor para subirlo a los 180-200CV…€€€€€ [fuente]
Sin embargo creo que, igual que comentaba el Sr. Pera en Fuelwasters hace ya bastante tiempo, si buscas algo divertido para CORRER y te compras este coche, lo vas a vender rápido, o te vas a dejar una buena pasta en ponerlo a tu gusto. Y ya no digo correr en circuito, que claramente los 115CV del 1.6 y sus minúsculos discos de freno no están hechos para ello, si no ya solo para salir lo más rápido posible de una curva, llegar lo más rápido posible a la siguiente, clavar frenos y repetir…se te va a quedar escaso. Hasta mi coche compacto 1.9 diésel 130CV para ir al trabajo todos los días corre más. Eso sí, en sensaciones…pues qué te voy a explicar, iría todos los días a currar en el NA si pudiese.
¿Para mí? Desconozco si el 1.8 solucionaba la papeleta de la potencia y los frenos (espero poder probarlo pronto y traeros también todos los detalles), pero según el papel con algo más de peso y solo unos pocos CV más creo que la sensación va a ser muy parecida. Quizá haber llevado durante tantos años el Z4 3.0i con 231CV influya mucho en mi opinión, pero hay una cosa que no me cabe duda y que me cuesta reconocer: creo que salvo en la potencia y en los frenos, este coche puede ser mejor en todo lo demás…y con la mitad de potencia…
¡Muchas gracias a Pedro (y a su amable familia) por aguantarme!