PRUEBA: Peugeot 508 PSE HYBRID 360 e-EAT8 (2021)
¿El mejor Peugeot de lo que va de Siglo?
Lo que ha hecho Peugeot con este 508 PSE es lo que los aficionados de la marca llevábamos reclamando décadas: una berlina deportiva con 5 plazas en condiciones. Y lo ha hecho por todo lo alto. Este es el Peugeot de calle más rápido de la historia de la marca, el Peuegot más potente a la venta y con él se inaugura su nueva división de coches deportivos de calle PSE: Peugeot Sport Engineered.
Como todo en este mundo cambiante, si quieres sobrevivir debes adaptarte y Peugeot lo ha entendido desde el primer momento al presentar este modelo deportivo exclusivamente como híbrido enchufable (PHEV). ¿Qué a todos nos habría gustado ver una evolución del 3.0 V6 atmosférico del 406 o 407 debajo del capó?
Está más que claro, pero hace más de 10 años que la marca no trabaja estos motores y en un mercado tan de nicho como son las berlinas esa inversión jamás se vería amortizada por lo que sería un absoluto suicidio para la marca. Y con esta configuración mecánica promete 360CV (sí, ¡360CV!) así que la pregunta que quiero tratar de resolver con este artículo es:
¿Será lo suficientemente bueno como para justificar los 64.000€ que cuesta (antes de ayudas)? Sigue leyendo porque estoy seguro que te vas a llevar una sorpresa.
Pero…¿esto qué es?: un deportivo híbrido con tracción total.
Peugeot se la ha jugado. Las berlinas están cada vez menos de moda acumulando ventas muy residuales en las marcas e incluso habiendo desaparecido de la oferta de muchas. Los SUVs son los que mueven el mercado hoy en día y estos lógicos coches largos, bajos, con mejor habitabilidad y maletero que hace un par de décadas dominaban el mercado han pasado a ser una compra de «frikis de los coches». ¿No querrás que tu vecino te mire desde arriba desde la ventanilla de su minúsculo SUV, no?
Yo sigo sin entenderlo y me alegro que haya marcas que todavía apuesten por el sentido común. Peugeot presentaba en 2019 la generación actual del 508, una berlina de diseño totalmente nuevo, 5 plazas, 5 puertas (sí, como un compacto), maletero generoso y potencias que iban entre los 131CV y los 224CV. Pero lo mejor llegaba en 2021 cuando nos ponía los dientes largos con esta llamativa edición PSE.
Es la versión de enfoque más deportivo y potente del Peugeot 508 gracias a montar no solo 1, si no 3 motores diferentes: uno gasolina 1.6 de 200CV y 300Nm turboalimentado montado en posición frontal transversal y dos motores eléctricos. El primero de ellos, de 110CV y 320Nm, está dentro de la propia caja de transmisión y el segundo -quizá el más interesante- genera 113CV y 166Nm y se encuentra montado entre las ruedas traseras, detrás de un pequeño paquete de baterías de litio de 11,5kWh.
La transmisión, como ya te habrás imaginado al hablarte de sus motores eléctricos, es una caja automática de convertidor de par y 8 velocidades (única caja disponible para todas las versiones del 508) que solo mueve las ruedas delanteras por lo que este Peugeot 508 PSE es un coche de tracción total pero sin conexión mecánica entre ejes. Lo bueno además de esta configuración es que la tracción integral no es permanente si no que busca siempre la máxima eficiencia -energética o deportiva, ahora veremos la importante diferencia- empujando desde detrás solo cuando es realmente necesario. Con esto además se consiguen más de 42km de autonomía eléctrica, unos impresioantes 2l/100 (según ciclo WLTP) y por tanto la etiqueta CERO emisiones.
Lo bueno es que los ingenieros de PSE han ido un pasito más allá refinando un chasis que ya de por sí en las versiones más mundanas del 508 se defendía razonablemente bien. Aquí se han ensanchado ambas vías (+24mm delante y +12mm detrás) y se han sustituido los amortiguadores pasivos por unos de dureza variable dependiendo del modo de conducción escogido, manteniendo el esquema original McPherson delantero y de paralelogramo deformable en el trasero.
Para rematar el conjunto la guinda del pastel la ponen unos enormes discos de freno delanteros ventilados de 380mm de diámetro (más grandes que los de un BMW M340i, para que te hagas una idea) mordidos por unas atractivas pinzas amarillas fijas de 4 pistones, algo totalmente necesario en un coche con un claro enfoque deportivo que no termina de resultar un coche ligero ya que pesa 1.925kg. Pero lo realmente importante es cómo se sienta al volante.
Tienes ganas de saber cómo va? Yo también…pero primero veámoslo por fuera:
Paseo por fuera: el Peugot más bonito de las últimas décadas
Podrán gustarte más o menos los coches franceses pero hay que reconocerles una cosa: a nivel de diseño, les encanta jugársela. Es cierto que a veces con más acierto que otras pero el cambio estético que Peugot ha dado en este 508 es impresionante, pudiendo decir sin miedo a equivocarme que este es el Peugot más bonito desde el Peugeot 406 Coupé de Pininfarina. Incluso lo supera con creces…
El director de diseño de la marca desde hace más de 10 años, Gilles Vidal, se sacaba de la manga este diseño rompedor basado en el prototipo Instinct Concept y que continuaba la nueva imagen de marca con los dos colmillos ya vistos en el 3008 y el 5008. Pero aquí el diseño va más allá y resulta muy agradable a la vista, lo mires por donde lo mires.
En persona parece un coche largo aunque es incluso más corto que el 508 de anterior generación. Creo que esto se debe a la nueva caída de techo al estilo berlina-hatchback, algo que incluso el diseñador vende utiliza par vender la estética más como un Hatchback de 2,5 volúmenes más que una convencional berlina de 3 volúmenes.
Aquí se juega con puertas sin marco para las ventanillas, un portón de maletero enorme que abre hasta el techo (de ahí las 5 puertas) pero sobre todo un conjunto claramente agresivo con líneas afiladas y arriesgadas, como buen coche francés que debe ser. Además esta versión PSE añade toques en verde kryptonite sobre una carrocería de color gris sin brillo que le dan un extra de picante a tu retina y permite diferenciarlo rápidamente de los mundanales 508.
Y para reforzar esta sensación de exclusividad -algo que el comprador de un coche tan de nicho como este necesita sin ninguna duda- se han añadido al exterior muchísimos detalles de esos que me gustan porque reflejan el cariño con el que se ha diseñado este deportivo-GT. Son buenos ejemplos la parrilla frontal negra específica con un patrón de líneas cruzándose, los apéndices aerodinámicos delantero y trasero o unas llantas enormes de 20″ de diseño específico, todos ellos decorados aquí y allá por finas líneas grises y amarillas.
Porque es difícil meter un color tan llamativo a un coche sin pasarte de rosca, como por ejemplo podía pasar en los SEAT León Cupra de anterior generación con sus detalles en color bronce (mejor resuelto en la actual generación). Aquí este amarillo verdoso se aplica de manera mucho más elegante en las entradas de aire inferiores del paragolpes (ambas funcionales, aunque la del lado del conductor por poco no), las tres líneas sobre el pilar C o en el discreto logo de la trasera donde no se encuentran las letras PSE.
Tiene también algún guiño nostálgico a los Peugeots de los 60, 70 y principios de los 80 con el modelo del coche (508) sobre el capó -en este caso además acompañado de las tres líneas kryptonite-) pero ahí termina la cosa. Está claro que Peugeot ha buscado renovar por completo un modelo que para mi resulta el mejor diseño de todas las berlinas que hay actualmente en el mercado. Sí, por encima de todos sus primos alemanes premium…Quizá algún japonés le quede cerca, pero ya pasará por aquí cuando toque.
A mi me encanta y la única duda que tendría es…¿berlina o SW?
Las dos salidas de escape pintadas en negro mate rematan una vista trasera elegante pero agresiva. ¡Cómo me gustan estos pilotos traseros!
Paseo al volante
Hace ya varios años probé el Peugeot 508 GT Hybrid de 224CV cuando estaba recién salido del horno. Recuerdo que ya me sorprendió lo ágil que se movía en carretera y lo bien que funcionaban sus sistemas de conducción semi-autónoma en carreteras de curvas (algo que no puedo decir de coches mucho más caros). Pero nada más montarme en este PSE noto que este 508 es mucho más especial.
Tras arrancar el coche en absoluto silencio y salir del aparcamiento suavemente -hasta ahí todo igual- noto que la dirección es diferente, muy diferente. Por supuesto su asistencia eléctrica es evidente pero parece mucho más directa y claramente más dura, incluso desde el modo más «soft» que es en el que arranca por defecto. Requiere un breve período de adaptación porque a diferencia de todos sus competidores -y casi cualquier deportivo del mercado- no varía su desmultiplicación en función de la velocidad, pero bastan un par de rotondas para cogerle el punto.
Mientras circulo con él de camino a alguna carretera de curvas interesante me fijo en lo que para mi era mi mayor prejuicio del coche, el famoso i-Cockpit. Ya no es ninguna novedad pues la marca lleva más de una década apostando por esta configuración de volante y salpicadero pero no deja de ser una sensación curiosa tener las manos tan abajo y la vista delantera tan despejada. Lo bueno es que tras unos minutos jugando con la altura de asiento y volante termino de encontrar una postura aceptable aunque creo que todavía necesitaré un rato para terminar de acostumbrarme.
Es verdad que la información más baja del cuadro (los km del coche y el modo de conducción seleccionado) están tapados por la parte superior del volante pero no me ha parecido incómodo en ningún momento aunque un volante circular quizá habría solucionado el problema. Porque no, no es redondo, parece como de videoconsola y, aunque sea solo por eso, termina llevándose todo el protagonismo del interior y de la experiencia al volante.
Incorpora los mandos justos en sus brazos y tiene detrás dos levas para manejar el cambio automático de 8 velocidades, algo que puede ser interesante en conducción más deportiva. Por fin llego a un tramo más revirado así que selecciono el modo Sport e inmediatamente noto que la dirección ha ganado mucho más peso. En los primeros grados no hace mucho pero en cuanto los superas gana un punto de precisión que se agradece en este terreno. La suspensión es en teoría algo más dura -en este entorno yo de momento no noto mucho cambio- pero el acelerador sí que se nota aligerado. Es un coche más rápido de lo que me esperaba pero también más progresivo que explosivo.
No puede ocultar cierto lag del turbo pero su entrada no resulta dramática; tampoco es brutal la entrega de par, como sus más de 500Nm de par prometen y como podían marear en otros coches de estas cifras. Este 508 PSE, como buen Peugeot que es, tiene buenas maneras y pide ser conducido deprisa pero no corriendo. En este caso como punto positivo es que la potencia de frenado es brutal y el tacto del pedal es muy bueno en el sentido de que apenas se nota la transición entre frenada regenerativa y discos. Quizá un pedal algo más duro le aportaría algo más de sensibilidad en frenadas fuertes pero aguantan los pisotones estoicamente.
Lo curioso es que este coche es que el segundo día me encuentro con otro coche. Ahora la batería está cargada a tope -el día anterior me había fundido los cuarenta y pico km de autonomía callejeando y consumiendo unos ridículos 4 litros y pico- y curveando por carreteras de curvas me encuentro con una buena sorpresa. Ahora sí empuja como me esperaba y es que los motores eléctricos ayudan a rellenar de par inmediato la parte baja del cuentavueltas siendo un coche mucho más rápido a la salida de las curvas a costa de quemar electrones.
Es cierto que en un par de pasadas me he quedado sin batería y vuelvo a estar en las mismas condiciones que el día anterior por lo que el disfrute está en cierto modo limitado, pero a poco que bajes el puerto con una buena ración de regeneración por frenada irás ganando algún kilómetro de diversión en la siguiente subida. Además tiene una característica interesante y es la posibilidad de tener muchas «mecánicas» en un mismo coche.
El modo Sport es el único que entrega la máxima potencia combinada de 360CV, pero si no quieres ir a cuchillo, el modo AWD optimiza la tracción gracias a una inteligente gestión electrónica del motor trasero (y la potencia se limita a 330CV), pero es que también tienes un tranquilo coche 100% eléctrico de 140CV en el modo Electric (42km autonomía, que han resultado ser MUY reales) o un Híbrido que juega con todo lo que tiene disponible para reducir el daño a tu cartera.
Con el modo interesante seleccionado, aunque ya con 0km de autonomía, voy mimetizándome con este i-Cockpit y empiezo a pasármelo realmente bien. La carretera está muy fría con nieve en las cunetas por lo que, aunque las Michelin Pilot Sport S4 son la mejor elección posible, la tracción total ayuda en todo momento a tener todo bajo control. Además la suspensión trabaja realmente bien, tanto que me olvido totalmente de ella casi hasta el último día, y eso que no se puede seleccionar su dureza de manera independiente. Pero no lo he echado de menos en ningún momento.
Quizá lo que enturbia ligeramente la conducción más deportiva es el cambio automático EAT8 de 8 marchas, que no puede ponerse en modo 100% manual cambiando de marcha él solo por mucho que intentes forzarlo con las levas y no es tan rápido como uno de doble embrague como el del CUPRA Leon ST 2.0 TFSI de 310CV ni en su modo más deportivo, pero haber desarrollado una caja específica para este modelo seguro habría encarecido todavía más un coche ya en una zona de precios seria.
Pero hay que mirar este coche con perspectiva para comprenderlo al volante. Esto no es un BMW M3 de Peugeot, yo diría que es más un S5 de Audi. Es deportivo, sí, pero de una manera filtrada para toda esa gente que le gusta ir cómodo el 100% del tiempo en su coche, ir todos los días a trabajar con él, viajar y de vez en cuando exprimir un espectacular chasis acompañado de 3 voluntariosos motores y bien protegido por un equipo de frenos a la altura.
Y no un incómodo, escandaloso y tragón deportivo de raza con el que sufrir en el día a día -bien al volante o bien teniendo que verlo debajo de una lona 6 de cada 7 días de la semana- con el que solo poder disfrutar unos pocos momentos
Este Peugeot es al volante un mix muy curioso y diferente de lo que me esperaba; pero cuando vuelvo a casa después de mañana entera de diversión y veo en el cuadro un consumo por debajo de 7l/100km en un coche que pesa casi 2 toneladas me hace pensar que gracias a coches como este quizá no tengamos un futuro tan negro como nos esperamos…
Paseo por dentro
No estoy acostumbrado a los interiores de Peugeot pero pasado el susto inicial del volante y tras varios días dentro de este 508 PSE mi percepción ha cambiado y mucho. Nada más montarme me había gustado lo tendido y adelantado que está el pilar A, lo que permite tener buena visibilidad en curva, pero el hecho de que el túnel central esté tan elevado al principio me ha agobiado un poco. Además, durante los primeros kilómetros no termino de encontrar una posición buena para el pie izquierdo donde pueda estirar la pierna pero a los pocos minutos me doy cuenta que el fallo es mío.
Este coche pide ir sentado con el culo bien abajo, la banqueta ligeramente atrasada y los brazos un poco estirados. Es ahí donde todo de repente parece como diseñado para caer exactamente donde me gustaría que estuviese y me permite ver sin problemas la pantalla detrás del volante, salvo un par de datos en la parte inferior pero sin la mayor importancia.
Los asientos son exclusivos de esta versión y se notan especiales desde el primer momento. Son duros y aprietan el cuerpo con ganas en cualquier circunstancia gracias a unos pétalos más generosos de lo que aparentan las imágenes y con una perfecta elección de materiales sin poner cuero en las zonas que más ventilación necesitan. Además por sorpresa descubro que disponen de función masaje con una intensidad máxima realmente alta, algo que se agradece al pasar horas y horas sentado en ellos.
Porque Peugeot ha conseguido generar aquí un ambiente de exclusividad que hacía muchísimos años no veíamos. El tacto de los pulsadores estilo aviador es bueno y tienen un diseño alargado pensado así por la marca para que pudiesen ser accionados por mujeres con las uñas largas…curioso…En general todos los plásticos tanto duros como blandos se notan robustos y bien rematados -como el doble escalón del salpicadero que esconde elegantemente los aireadores- y está tan bien insonorizado que a veces circulando tranquilamente entre el tráfico resulta difícil saber si está encendido o no el motor térmico.
Todo el interior está además rematado aquí y allá por toques de color kryptonite de nuevo sin ser estridentes, pero dejando ver también desde el interior que esta unidad es algo más que una anodina berlina azul marino de leasing. Quizá yo que no soy especial amigo de las pantallas he encontrado la central algo demasiado grande y poco necesaria en el día a día ya que la marca ha hecho bien en mantener casi todos los pulsadores físicos. Pero su funcionamiento es rápido, muestra gráficos muy interesantes como el la gestión de la energía en tiempo real y se puede leer en todo tipo de condiciones por lo que está al nivel de sus competidores.
En general es un sitio muy cómodo, cargadísimo de extras (equipo de sonido FOCAL, ayudas a la conducción y hasta una curiosa cámara delantera de visión nocturna) donde poder recorrer miles de kilómetros sin cansancio ninguno, con una sensación de coche deportivo gracias a un túnel central muy elevado y una línea de ventanilla también elevado -lo que consigue que parezca que vas más sentado más cerca de la carretera de lo que vas realmente- y exclusivo cuando ves todos esos detalles que con tanto mimo los diseñadores de Peugeot han ido encajando por su interior para recordarte todos los días que estás conduciendo el Peugeot más especial de los últimos 20 años.
Conclusión:
Es el mejor Peugeot de Autobahn de la historia de la marca, y uno de los más exóticos que te cruzarás en ellas. Por fuera es simplemente precioso con un equilibrio difícil de conseguir entre deportividad, exclusividad y curiosamente elegancia en un coche con detalles en amarillo/verde chillón…
No es la máquina definitiva de circuito pero tampoco pretende serlo, aunque se nota bien aplomado y plantado en la carretera cuando le buscas las cosquillas. Lo que realmente busca es atraer a un público que disfruta de la conducción pero que no quiere renunciar a poder utilizarlo en el día a día cómodamente sin arruinarse.
No es un coche que te hará sonreír con su sonido al arrancarlo en tu garaje pero sí te alegrarás al cerrarlo y darte la vuelta para mirarlo ahí parado en tu garaje con ese frontal felino pidiéndote que vuelvas a dar una vuelta con él. Es diferente, es especial y no, no es para quemados. Y eso es una ventaja porque de quemados está plagado Wallapop pero están desiertos los concesionarios…
Creo que mantendrá muy bien su valor de reventa porque se vendrán pocos y permitirá mitigar un poco el desembolso de los más de 64.000€ que cuesta así que…si te gusta la marca, te gustan las berlinas deportivas más Gran Tourer que radicales deportivos y quieres moverte en algo diferente a todo lo demás que rueda por la carretera, pruébalo.
Porque estoy seguro que te sorprenderá…