PRUEBA: CUPRA Formentor VZ5. 5 cilindros, 390CV y muchísimo agarre.
¿Es el Cupra Formentor VZ5 el mejor Cupra de la historia?
Este CUPRA Formentor VZ5 tiene prácticamente el mismo motor 5 cilindros 2.5 litros turbo, los mismos frenos Akebono de 6 pistones, tracción total, asientos baquet en carbono, modo Drift y solo 10CV menos que el Audi RS3. Pero cuesta 12.000€ menos y de serie está mucho mejor equipado.
Es el más potente de la historia de la marca y está limitado a sólo 7.000 unidades para Europa por lo que es la guinda del pastel de la nueva CUPRA antes de que se torne 100% eléctrica.
Sin embargo cuesta 17.000€ más que el CUPRA Formentor VZ de 310CV con el que comparte muchísimas cosas. Estéticamente ante ojos inexpertos los escapes en color cobre y los detalles en fibra de carbono pasarán desapercibidos por lo que la pregunta es obligada:
¿Merece la pena el CUPRA Formentor VZ5 sobre sobre un CUPRA VZ310 de «sólo» 310CV?
Salgamos de dudas:
CUPRA Formentor VZ310 (arriba) y CUPRA Formentor VZ5 (abajo); separados al nacer pero con una mecánica muy diferente.
Este Formentor VZ5 merece una presentación:
La marca CUPRA tiene el enfoque que BMW tenía hace 20 años. Todos sus productos son coches de estética agresiva, con un punto picante (y por qué no decirlo, algo «macarra» canalla) y una cantidad de opciones donde elegir entre las que yo únicamente echo en falta un descapotable. Pero esos tiempos ya han pasado.
Ahora se llevan los SUVs y como ya te contaba en la prueba del Formentor VZ310 (ver aquí) CUPRA ha apostado desde el principio por este formato aunque oficialmente el Formentor no lo sea. La marca lo cataloga como CUV (Crossover Utility Vehicle) para dar contenido a las conversaciones en la barra del bar de los petrolheads como tú y yo, pero su estética no engaña.
Dentro de la amplia oferta de la marca, el Formentor VZ5 es lo más de lo más, compitiendo por potencia y planteamiento con el trío de ases germano BMW M2, Audi RS3 y Mercedes-AMG A45 S, pero con una carrocería totalmente diferente. Tiene barras en el techo, unos pasos de rueda de estética offroad y una altura al suelo ligeramente mayor que la de todos sus competidores, diferenciándose de ellos de manera muy inteligente para arrebatarles alguna venta.
Si el A45 S saca pecho con su apretadísimo motor de 4 cilindros 2 litros turbo de 421CV, el nuevo BMW M2 de montar el mismo 6 cilindros en línea de su hermano mayor el BMW M4, el CUPRA Formentor VZ5 exhibe uno de los motores más carismáticos y especiales del mercado, el motor 5 cilindros 2.5 litros turbo que comparte con el Audi RS3.
Es sin duda la parte más importante de este coche y el 50% de su compra aunque haya sido claramente capado en el VZ5 por el grupo VAG para no hacerle sombra:
Comparten además el sistema de tracción total mejorado sobre el 4Drive «estándar» del VZ310 gracias a dos embragues multidisco ubicados uno a cada lado del diferencial para repartir el par entre ambas ruedas traseras e incluso enviar casi el 100% del par a una de ellas con el modo de conducción Drift, exclusivo del VZ5 y similar al que también monta el AMG A45 S.
De serie monta llantas de 20″, frenos de 6 pistones de la marca Akebono en lugar de los 4 pistones Brembo del VZ310 y un tarado de suspensión más firme con muelles recortados 10mm y los amortiguadores de dureza variable con las conocidas 15 posiciones de dureza dependiendo del modo de conducción seleccionado (Confort, Sport, CUPRA, Offroad, Individual y Drift).
Por tanto lo tiene todo para ser un coche especial y único. Necesitaba diferenciarse tanto por arriba como por abajo y por lo menos sobre el papel lo consigue con nota. No tiene competencia directa en ese rango de precios y emana muchísimo más carisma que los alemanes (el BMW M2 lo dejo aparte) por ahí por donde pasa. Como con cualquier otro CUPRA, otro color más llamativo le permitiría destacar todavía más -CUPRA lo está intentando remediar con una versión limitada a 999 unidades del VZ5 en color Taiga Grey- pero no hay nada que un buen vinilo no pueda arreglar…
El RS3 detiene el 0-100km/h en 3,8s frente a los 4,2s del Formentor VZ5 pero pesan lo mismo y solo hay 10CV de diferencia entre ellos.
Sospecho que se debe a unos desarrollos más cortos para el alemán, claramente diseñados para penalizar al español.
Primeras impresiones: sí se nota la diferencia
Al llegar al parking de la marca me encuentro con dos Formentor aparcados de frente. Antes de apretar el botón de la llave intento descubrir cuál es el VZ5 y la realidad es que desde lejos me cuesta. El de la izquierda no tiene un faldón de carbono y juraría que es un poquito más alto, pero en cuanto los veo de lado, las enormes pinzas cobrizas de 6 pistones del VZ5 delatan que el escogido es el de la derecha.
Pulso el botón, abro la puerta y un logo VZ5 proyectado sobre el suelo me recuerdan que estoy entrando en algo especial. Los asientos son también diferentes pues esta unidad monta los baquets CUP opcionales con la parte trasera en fibra de carbono, algo que dificulta algo la entrada, pero nada más sentarme en ellos me atrapan el cuerpo y me hacen sacar una sonrisa.
Todo lo demás a mi alrededor es ya familiar: toques en color cobre aquí y allá, cuero negro (huye del Azul Petrol, por favor), una pantalla central que tardará en cargar y el archiconocido volante CUPRA con sus dos obligados satélites inferiores. Presiono el de la derecha -no sin antes bajar la ventanilla- y despierto los 5 cilindros con un estruendo que rebota por las paredes del garaje sin vergüenza.
El sonido es ligeramente diferente al de un 4 cilindros; es más bronco, se nota más cabreado durante los primeros instantes hasta que coge algo de temperatura y reduce un poco su tono, momento en el que se vuelve casi imperceptible si subo las ventanillas. De momento selecciono el modo Comfort y comienzo a circular con él dándole un uso como el que le daría en el día a día.
La suspensión se nota firme, más que cualquier otro CUPRA que recuerde, incluso en el modo más amigable de sus 15 niveles de firmeza pudiendo resultar incómoda para quien no esté acostumbrado. En mi caso, es simplemente perfecta y un adelanto de lo que me espera durante esta semana.
Salvando este detalle, por lo demás es prácticamente igual de cómodo y utilizable que cualquier otro CUPRA Formentor. Su visibilidad es excelente, los cambios de marcha imperceptibles y la dirección tan rápida que se puede circular por el tráfico de cualquier ciudad cómodamente pareciendo más pequeño de lo que es. Pero mi pie derecho sabe que tiene debajo algo más así que en la primera incorporación a una autopista selecciono el modo CUPRA y lo hundo sin contemplaciones.
La respuesta es casi instantánea bajando 3 marchas de golpe y pegando mi cabeza al reposacabezas mientras dejo a todos los demás coches atrás en pocos segundos. Empuja mucho, muchísimo, sobre todo en la zona media del cuentavueltas. Esto tiene muy buena pinta…
El anterior conductor de este VZ5 ha registrado unas aceleraciones laterales de 1,2G y longitudinales por encima de 1,0G por lo que sí, el coche pide guerra.
Al volante de un 5 cilindros con rabia contenida
Segundo día. 7:00am. Mañana fría de abril. Bajo al garaje y ahí me está esperando con su mirada de cabreo y su impresionante pintura mate, destacando por encima de todos los demás coches vecinos. Me siento dentro, ajusto todo a una postura de conducción realmente buena gracias a una banqueta increíblemente baja -da incluso la sensación de ir en un compacto, no en un SUV (perdón, en un CUV)- y vuelvo a despertar sus 5 cilindros quienes me saludan alegremente cual perrillo al ver la correa antes de salir de casa.
Como con el Toyota GR Yaris del otro día, con este VZ5 no quiero dejarme ningún tramo conocido sin pisar. Con 390CV, casi 1.700kg y tracción total sobre el papel parece más un coche de Autobahn que de puerto de montaña, pero la velocidad sin más divierte poco y son las curvas cerradas y los tramos ratoneros donde disfruto de verdad de la conducción, dónde los coches buenos de verdad sacan a relucir sus virtudes y los menos buenos sus principales debilidades.
La altura de las línea de las ventanillas es bastante alta, lo que hace que la gente menos alta pueda sentirse como enterrada en el interior.
¡Me encanta!
Este CUPRA Formentor VZ5 demuestra a las tres curvas que pertenece al primer grupo. La dirección tiene el mismo tacto CUPRA que sus hermanos de gama pero la noto aquí un punto más ágil, más agresiva y directa aligerando peso artificialmente a este deportivo. Basta un mínimo movimiento de muñeca para meter el coche con una precisión altísima, independientemente de la velocidad a la que quieras pasar por la curva.
Y es que impresiona su paso por curva con unos límites casi infinitos en manos corrientes como las mías con asfalto seco y en buenas condiciones. Tras varias horas ya y cientos de curvas negociadas, el punto que más destaca en este Formentor VZ5 no es el motor de 5 cilindros sorprendentemente si no lo bien que es capaz de gestionarlos.
Sus frenos, aquí mejorados a pinzas fijas de aluminio de 6 pistones del fabricante Akebono, muerden unos enormes discos de ¡375mm! ventilados, perforados y montados sobre campana de aluminio para disipar mejor el calor y absorber las distorsiones por temperatura (los del VZ310 son BREMBO de 4 pistones y 340mm de diámetro).
Su trabajo es IMPRESIONANTE. El tacto del pedal se mantiene duro y firme durante horas sin terminarse nunca, algo que sí suponía un problema en los mismos tramos con el Formentor VZ310 quien anunciaba «fumata blanca» a través de un pedal esponjoso antes de tiempo. Aquí esto no pasa NUNCA y me permite apurar las frenadas sin contemplaciones exprimiendo al máximo su motor entre curva y curva sin miedo a llevarte un susto. Es cierto que no consigue ocultar su sobrepeso pero estos Akebono mantienen todo bajo control deteniendo el coche siempre exactamente como dicta la presión que ejerce mi pie izquierdo.
Pero todavía me faltaba por descubrir lo mejor. En curva, si con el Formentor VZ310 dije que me recordaba en ciertos momentos al Renault Megane R.S., este CUPRA Formentor VZ5 me recuerda mucho más al volante al Mercedes-AMG A45 S por lo bien que se enrosca en las curvas. Esa tendencia «morrona» de su hermano de 310CV aquí desaparece dando paso a una trasera que cobra vida propia. Con todos los controles activados va totalmente anclada a la carretera redondeando silenciosamente las curvas más cerradas como si algo estuviese tirando de las ruedas delanteras hacia dentro, pero basta desactivar parcialmente el ESP en su primer tramo para soltar ligeramente la trasera.
Lo hace de manera tímida y 100% bajo control -tanto que a veces solo me entero de que las ruedas traseras han patinado algo por el logo parpadeante del cuadro- pero consigue descolgar un eje trasero que en todos los demás CUPRA con sistema de tracción 4Drive parece haber sido diseñado con pegamento para asfalto (el CUPRA León VZ 2.0TSi de 245CV era otra cosa).
Al igual que en el VZ310 -y casi todos los CUPRA actuales- la entrega de potencia en este VZ5 es lineal y progresiva, sin la explosividad que quizá puedas imaginarte por su potencia, pero con una elasticidad que impresiona. No es un coche que pida llevarlo al corte para sacarle todo su jugo y no tiene una mala leche rabiosa de esas que solo con rozar el acelerador te hace salir catapultado…pero el empuje que tiene en un rango tan amplio de revoluciones -prácticamente desde 3.000 hasta 7.000rpm- permite negociar la misma curva en varias marchas sin esa sensación de que en una menos podrías haberlo hecho más rápido.
Además es un motor que deja que lo estires más que cualquier otro 4 cilindros turbo que recuerde, siendo un espectáculo el rango entre 6.000 y 7.000rpm por su brutal sonido (mejor con las ventanillas bajadas) mientras el cuentarrevoluciones empieza a ponerse amarillo, naranja y finalmente rojo para avisarme de que quizá, si fuese una persona «de bien», debería pensar en cambiar de marcha muy pronto. Por suerte, el cambio automático DSG de 7 marchas aquí no salta de marcha al llegar al corte y se convierte en el mejor compañero de estos 5 alegres cilindros.
La caja manual no se ofrece ni como opción pero esta DSG es tan eficaz que tampoco he echado de menos el tercer pedal gracias al modo manual de este cambio automático de doble embrague. Las cosas suceden tan rápido en este VZ5 que no creo que fuese más rápido cambiando yo manualmente. Los saltos de marcha son inmediatos y ultra-suaves incluso en las reducciones más agresivas sin descolocar el coche en ningún momento y tan solo mejoraría el tamaño y tacto de las levas pero hay soluciones por poco precio para hacerlo. ¿Nos hemos acostumbrado ya a este nivel de perfección?
Tras varios días de curvas y más curvas disfrutando de su infinito agarre, confirmo que es un coche que se disfruta más yendo rápido. Sus 390CV y la tracción total 4Drive se combinan para que la cifra de velocidad cambie tan rápido en el cuadro que entre curva y curva a veces mi cabeza me obliga a levantar el pie derecho para poner mi carné de conducir a buen recaudo. Es de esos coches que pertenecen a la liga de los que cuesta ir con el pie a fondo en carretera abierta y sólo pueden disfrutarse al 100% en un circuito, pero las mejoras sobre el Formentor VZ310 se notan y se pueden disfrutar en carretera abierta fácilmente si le aprietas con ganas (si vas al 70%-80% de las capacidades de este coche, un VZ310 será más que suficiente).
Porque aunque inicialmente este VZ5 es menos radical y visceral de lo que me esperaba, comprendo que lo que me faltaba por exprimir DE VERDAD es el brutal paso por curva que tiene. La suspensión más dura cobra aquí todo el sentido del mundo y solo en carreteras muy bacheadas tiende a escupir ligeramente la trasera, pero basta seleccionar el modo de conducción Individual y bajarle unos puntos de dureza a sus amortiguadores para solventarlo fácilmente, como si estuvieses cambiando los reglajes de tu deportivo en el videojuego Gran Turismo. Hace que gire realmente plano pudiendo negociar las horquillas dos o tres veces más rápido de lo que mi cabeza me dicta en la primera pasada, redondeándolas con total confianza a base de tocar ligeramente el freno o levantar bruscamente el pie derecho.
Aun con todo, lo mejor de este VZ5 es que se siente diferente a otros compactos gracias a su principal defecto, su peso y cómo lo tiene colocado. Por su centro de gravedad ligeramente elevado permite jugar y sentir a través del asiento -que por cierto tiene un agarre sobresaliente- cómo se van moviendo y transfiriendo las masas de un eje a otro y de un lado del coche al contrario. Quizá demasiado, sí, y por eso no es el coche de 400CV más efectivo en carretera abierta, pero un AMG A45 S por ejemplo no deja notar tan fácilmente esto por ir tan duro y pegado a la carretera, haciendo que sea realmente complicado entender cómo de cerca estás del límite aunque permita un paso por curva todavía más demencial elevado .
Es en ese momento de agarre extremo cuando sus neumáticos Bridgestone Potenza S001 en medidas 255/35 R20 (curiosa elección) empiezan a sufrir, convirtiéndose en el límite dinámico del Formentor VZ5. Una goma más pegajosa como unas Micheli Pilot Sport 5 o incluso unas Pirelli PZERO permitirían ganar unas décimas de aceleración lateral, pero en la práctica con estas Bridgestone rozar los 1,2G ya me parece más que suficiente para divertirme sin problemas.
Lo que sí se echa mucho en falta en este VZ5 es una mejor banda sonora en el interior. El sonido que sale por las cuatro salidas de escape es delicioso pero está tan aislado dentro que se pierde parte de esa gracia de tener un motor con una nota tan especial como este y no poder disfrutar de él. CUPRA debería haberse desmelenado aquí instalando un escape muchísimo más radical u ofrecerlo como opción por lo menos, porque lo habría transformado en un coche mucho más especial y único. ¿Culpa de Audi y su preciosa nota de escape del RS3? Posiblemente, pero para mi es la única mejora que le haría a este coche nada más salir del concesionario.
Aun con todo, este CUPRA es emocionante, divertido y brutalmente efectivo. Cualquiera puede ir rápido con él gracias a la enorme confianza que tiene y, aparte de ser el CUPRA más rápido de todos los existentes (con diferencia), es el que permite aguantar un ritmo altísimo durante más tiempo. Los frenos son interminables, el motor empuja como un demonio ¡en un rango de 4.000rpm! gracias a unos medios llenísimos y no hace falta acercarse a su límite para que pinte una sonrisa en mi cara.
En circuito se disfrutará posiblemente un poquito más gracias al modo Drift y una trasera más suelta desactivando todas las ayudas, pero mantiene la esencia de ser un Formentor. Es decir, un cochazo de casi 400CV utilizable para el día a día.
Pocos cambios por fuera:
Por fuera el CUPRA Formentor VZ5 se diferencia poco de sus hermanos de gama, algo que en el grupo VAG y en general ahora casi todas las marcas premium alemanas practican con asiduidad. Tan solo las cuatro colas de escape doradas y escalonadas, la parte baja del paragolpes delantero con diseño exclusivo para el VZ5 y el faldón delantero y difusor trasero fabricados en fibra de carbono delatan que estás frente al modelo más potente de la historia de la marca.
¿Podrían haber eliminado las barras del techo? Para mi habría sido todo un acierto pero al igual que los faros antiniebla delanteros redondos que creo que la estética ganaría sin ellos, le dan mucha personalidad a un modelo totalmente reconocible y diferente a todos los demás compactos-SUVs del mercado.
El color de esta unidad -Gris Magnetic Mate- es el mejor de toda la gama, sin duda alguna.
Un interior CUPRA presidido por unos impresionantes baquets en carbono:
Ya lo comenté en la prueba del CUPRA León 245CV gasolina y es que se sigue notando que Cupra se ha puesto las pilas últimamente después de todas las críticas que le han llovido por sus crujidos y ajustes mejorables. Ahora los satélites del volante se sienten mucho más sólidos y firmes, al igual que las molduras cobre del volante, aireadores, etc…No llega al nivel de los japoneses donde realmente hay que esforzarse para sacar un crujido, pero la mejora ha sido más que considerable.
Lo que sí hace mucho mejor que aquellos es emanar personalidad. La mezcla de colores y materiales está muy bien escogida (recuerda, huye del color Azul Petrol) y sigue consiguiendo que de un vistazo y con el logo CUPRA del volante tapado, cualquiera pueda identificar en un segundo la marca del coche en el que se acaba de subir. En esta versión sólo las alfombrillas con logos VZ5 lo delatan, además de los espectaculares asientos CUPBucket opcionales con tapicería en piel negra y parte trasera terminada en fibra de carbono (+2.580,00€), que son los absolutos protagonistas del interior.
Aparte de su bonito diseño con el logo CUPRA grabado en su parte superior, sus pétalos son mucho más elevados que los de serie agarrando el cuerpo a la perfección, olvidándome de que no puedan estar calefactados. Estos asientos son un extra totalmente obligado y en realidad casi el único, porque va de serie bien equipado con todas las ayudas a la conducción posibles, AppleCarPlay-Android Auto, etc…
Aun así, sigue llamando la atención que en un coche de este precio se monten tiradores de plástico en las puertas en lugar de unos metálicos.
Pero, ¿de verdad vas a dejar de comprar este coche por esto?
Conclusión: el Formentor VZ5 no es un Formentor muy caro, es un Audi RS3 realmente barato.
Hoy me toca devolverlo y llevo una sonrisa tonta en la cara. Será porque voy en modo CUPRA y con las ventanillas bajadas mientras el escape retumba por las paredes de los túneles de la M30 de Madrid. O porque me veo realmente viviendo con este coche en mi día a día, algo que por ejemplo con el Mercedes-AMG A45 S no me pasaba.
Es tan polivalente que dentro de una misma carcasa hay un compacto de 150CV para diario con un consumo de 10l/100km (bueno, quizá eso es mucho, pero a ti te y a mi esto nos da igual), un SUV con espacio suficiente para llevar a 4 personas de viaje con abundante equipaje y un auténtico deportivo de tracción total y casi 400CV para exprimir el fin de semana sin contemplaciones.
Lo bueno es que hasta ahí, el CUPRA Formentor VZ de 310CV cumpliría también realmente bien. Pero este VZ5 añade ese puntito más de drama al volante que tanto eché en falta en su hermano pequeño. Le falta transmitir todavía un poco más su especial sonido a los oídos del conductor pero es tan rápido, efectivo y ágil gracias a su dirección precisa y con el peso adecuado, sus interminables frenos (posiblemente lo mejor del conjunto) y su suspensión que permite «bailar» con el coche en curva, que en ningún momento tengo la sensación de ir conduciendo un SUV.
¿Merece por tanto la pena pagar la diferencia de dinero entre un VZ de 310 y este VZ5 de 390CV? Rotundamente sí, de igual manera que si te pregunto si crees que merece la pena pagar más por un Audi RS3 o quedarte con un S3. Este VZ5 es diferente, es especial, es único al volante y al mirarlo por fuera así te hace sentir también. Su diseño huye de las conformistas líneas de muchos otros fabricantes y saca pecho de una carrocería que, te guste más o menos, destaca sobre los demás coches presentes.
Yo lo tengo claro: piensa que estás comprando un Audi RS3 o un Mercedes-Benz AMG A45 S barato, no un CUPRA Formentor muy caro. Y te aseguro que nunca te arrepentirás.
Bonus track: ¿Es el VZ5 el CUPRA con mejor relación diversión/precio del mercado?
¿Es sin embargo el CUPRA Formentor VZ5 para mi el mejor CUPRA del mercado? Y remarco el «para mi» porque es importante. Me explico. Tras una semana con el VZ5 no me cabe duda de que es objetivamente el mejor CUPRA que ha sacado la marca en todos los aspectos y creo que el tiempo endiosará a este modelo como uno de los últimos deportivos de gasolina divertidos, «asequibles» (nótense las comillas) y polivalentes del mercado, cotizándose a precios desorbitados en unos pocos años. CUPRA está tornándose ya de manera obligada en una marca eléctrica 100% y dudo mucho que vuelvan a sacar un modelo no-hibridado en este nivel de perfomance por lo que siempre estará en nuestras cabezas como el mejor CUPRA de todos los tiempos.
Pero para mi el CUPRA con mejor relación diversión/precio no es este, si no el CUPRA León VZ 2.0Tsi de 245CV gasolina (no el híbrido enchufable de también 245CV). No monta tracción total (es delantera, sí), tiene 145CV menos que este VZ5 y pinzas de «solo» 4 pistones pero pesa 200kg menos y eso es una diferencia muy grande en carretera. Son dos coches totalmente diferentes pero el León es igual de juguetón y tiene el límite más abajo por lo que se puede disfrutar de una carretera de curvas igual que con el VZ5 pero sin tener que subir tanto los límites y por mucho menos dinero.
Siguen siendo más de 40.000€ por un compacto -es impresionante cómo han subido los precios en los últimos 5 años- pero si pusiese en una balanza la diversión en un lado y el precio en otro, el León de 245 CV sería el que mejor equilibrio alcanzaría y la compra más racional si te consideras un verdadero petrolhead que tiene algo de apego a su bolsillo. Es posible que la depreciación te castigue más que con el VZ5 pero si no te llega el dinero, es para mi la segunda mejor opción.
Y oye, si no te gusta el Formentor y quieres gastarte los casi 30.000€ de diferencia con el VZ5, tienes muchas otras opciones divertidas para terminar de rellenar tu garaje…