PRUEBA: Mercedes-AMG CLA 45 S 4MATIC+ Shooting Brake

PRUEBA: Mercedes-AMG CLA 45 S 4MATIC+ Shooting Brake

¿El compacto más efectivo...de la historia?

Hace algo más de un año pude probar el Mercedes-AMG 45 S 4Matic+ en sus versiones compacto de 3 puertas y carrocería de tres volúmenes CLA Coupé. Fueron coches que me impresionaron tanto que, ante la oportunidad de probar su variante «familiar», mucho más lógica como coche para todo -si es que 421CV y casi 100.000€ en un compacto tienen alguna lógica-, no he podido resistirme. 

Con el compacto A45 S me quedé con ganas de exprimirlo a fondo por sus frenos y el CLA 45 S no pude conducirlo apenas por mis tramos de referencia así que hoy te traigo la prueba con todo lujo de detalles del compacto deportivo en carrocería familiar (ó Shooting Brake) más bestia del mercado.

Si eres de los que piensas que este coche no debería llevar el apellido AMG, sigue leyendo porque creo que estás muy equivocado. 

Todas las impresionantes fotos de este AMG son obra de @Slinkar_Photography. Pasaos por su cuenta para ver sus espectaculares trabajos.

Pero…¿qué es esto?

Como en las pruebas anteriores ya te hablé en detalle del Mercedes-AMG A45 (ver aquí y aquí) me centraré en comentarte sólo las diferencias. De las 4 carrocerías disponibles dentro de la clase A de Mercedes-Benz, esta es la más rara y única de todas pues ahora mismo no tiene competencia directa en el mercado. 

En realidad para entender este coche hay que remontarse a 2004, año en el que otro Mercedes revolucionó el segmento de las berlinas de lujo. Me refiero por supuesto al primer Mercedes-Benz CLS que enseñaba sin ninguna vergüenza una carrocería de corte coupé sobre la base de una berlina de casi 5 metros de largo. Su línea de techo moría muy atrás, casi en el final del coche y aunque seguía teniendo 5 puertas se convertía rápidamente en un icono de principios de siglo. 

La palabra coupé había sido mancillada ya para siempre y otros fabricantes les copiarían en los años siguiente con propuestas que se han mantenido vigentes hasta hoy, incluso extendiéndose -como no- al segmento de los SUVs (sí, ya nos costó tragar con el concepto de Coupé de 5 puertas, pero lo de SUV Coupé es para estudiarlo aparte…). 

Y es que volviendo al CLS, la marca dio en 2012 una vuelta de tuerca más y en su segunda generación decidió sacar una versión familiar diferenciada del Clase E Estate: el CLS Shooting Brake. La línea seguía siendo mucho más afilada y agresiva y, aunque penaba algo de espacio vertical en las plazas traseras y espacio en el maletero, la estética era muchísimo más agradable que la de su sobrio hermano. 

Mercedes-Benz CLS Shooting Brake 500 4Matic (2012)

Así, a mitad de vida de la exitosa segunda generación de la Clase A de Mercedes y con la variante CLA Coupé ya en el mercado, en 2015 la marca decidía lanzarse de nuevo a la piscina pero esta vez en el segmento de los compactos premium. Presentaba así el CLA Shooting brake, una versión «familiar» del CLA Coupé con una longitud (4,69m) prácticamente calcada a la de un Clase C (4,76m) prometiendo un maletero más voluminoso (tenía 495l frente a los 435l de un Clase C Berlina), con una caída de techo más estilizada a costa de sacrificar algo de espacio en las plazas traseras. 

Como tope de gama existió también una versión AMG con 360CV, 450Nm de par y una aceleración de 0-100km/h de solo 4,7s. Un BMW M3 del mismo año paraba el reloj en 4,3s por lo que aquél CLA A45 AMG 4Matic Shooting Brake lento no era, pero es cierto que estéticamente ninguno llegamos a entenderlo. Quizá porque los faros delanteros eran demasiado voluminosos y los pilotos traseros tenían un diseño de coche menos serio, no lo sé, pero este concepto pasó algo desapercibido entre los aficionados. Hasta ahora. 

La única vista que cambia con respecto a un CLA convencional es la caída del techo que ahora resulta menos agresiva ganando 55litros de maletero (505l) con respecto al CLA (460l) y 150 con respecto al compacto (355l).

Este nuevo Mercedes-AMG CLA 45 S 4Matic+ Shooting Brake es otro coche muy diferente. Su estética se basa en la tercera generación de la Clase A -y por extensión de la segunda del CLA- y ha dado un salto en potencia y deportividad superando toda la lógica en un compacto. Con 421 CV monta el motor de 4 cilindros y 2 litros más potente de la historia, entrando por la puerta de atrás en el segmento de los deportivos (no de los compactos deportivos, ahí ya estaba; me refiero a los deportivos y punto). 

Tiene tracción total y un cambio automático de doble embrague con 8 marchas por lo que no te extrañará ver que su peso es de 1.705kg (sólo 70kg más que el compacto). Pero no te dejes engañar…¿recuerdas todavía esos 4,3s del BMW M3 que te comentaba antes? ¡Éste AMG para el reloj en 4s! 

Así que sí, esto corre y mucho. 

Paseo al volante: 

Nada más encenderlo se me pone una sonrisa en la cara. ¡Cómo suena este 4 cilindros! Parte del sonido que llega a mis oídos en el interior es fake pero está tan bien camuflado que ninguno de los que se han subido en él estos días no lo han notado. Y es que el arranque en frío es bestial pero es más impresionante la melodía que me regala cuando hundo el pie derecho hasta el fondo y las revoluciones suben a una velocidad endiablada.  

Pero vayamos por partes. La posición de conducción es muy buena con una posición de banqueta baja -me gustaría poder bajarlo todavía un poco más-, las piernas estiradas casi por completo y una consola central alta que permite apoyar la rodilla en curva sin problemas. Es cierto que un BMW M2 Competition tiene una postura todavía mejor, pero hay que sentarse en los dos de manera seguida para darse cuenta.

Este color «gris montaña magno» en tono mate cuesta 2.762,00€ pero sería mi elección sin duda alguna, aportando muchísima más personalidad al coche que el aburrido color blanco de las anteriores unidades. 

Las primeras impresiones son muy similares a las que recordaba: es duro de suspensión pero aceptable, el acelerador tiene un recorrido largo pero agradecido y la caja de cambios se nota muy rápida hasta en modo confort. Anticipando lo que luego confirmaré, el pedal de freno es duro desde el primer momento y hay que pillarle el punto para no frenar más de la cuenta en ciudad, dándome el coche la sensación en general de que se encuentra incómodo yendo lento en modo confort. Es como si le molestase tener que estar callejeando cuando podría estar aullando en un tramo de montaña…

Así que en cuanto enfilo un carril de incorporación me faltan segundos para agarrar el volante firmemente y hundir el pie derecho sin contemplaciones. De manera casi instantánea la caja de cambios a bajado 4 marchas de golpe y me encuentro pegado en el asiento, sin casi aliento y con las revoluciones por encima de las 6.000rpm mientras un aullido agudo invade mi cerebro disparando mi adrenalina al instante. ¡Cómo grita! Es un sonido único, agudo, que se mezcla con el soplido del turbo o de la admisión y que corta cualquier conversación que pudieses estar teniendo en ese momento en el interior. 

Además se ve acompañado de unos evocadores petardeos graves del escape con cada cambio que de nuevo, aunque sepa que son prefabricados, terminan de convencerme que esto no es un simple escape gordo y ya está. Hay muchísimas horas de trabajo de los ingenieros de sonido en este AMG y se agradece. Así, con una sonrisa tonta en la cara, llego por fin a mis tramos de montaña con algo de miedo en el cuerpo pues el termómetro exterior marca -3ºC. 

El corazón me pide estrujarlo pero la cabeza y la temperatura de los neumáticos por debajo de los 20ºC -sí, aparte de mostrarte la presión te indica la temperatura de cada uno en tiempo real- me indican que vaya de menos a más. Pero no lo consigo.

Este AMG CLA 45 S Shooting Brake impone pero incita a estrujarlo sin miedo. En carreteras muy ratoneras de 2ª velocidad las curvas se suceden a una velocidad difícil de digerir por cualquier mortal pero con la gran diferencia de que aquí todo sucede con una seguridad tan alta que me hace pensar que no estoy ni acercándome a los límites del coche. Las pérdidas de tracción son inexistentes, con un eje trasero que empuja de manera efectiva aunque acelere con el volante todavía girado. 

Eso sí, pide llevarlo alto pues la entrega de par no empieza a ser contundente hasta superadas las 4.000rpm; pero es que a partir de ahí lo que se sucede es impresionante. La potencia máxima la entrega prácticamente al corte, a 6.750rpm, por lo que si ya de por sí la adrenalina está disparada por la velocidad, el aullido de los 4 cilindros y el soplado del turbo a esas vueltas es realmente emocionante. 

La dirección es más directa en los A45 S y tiene desmultiplicación variable con la velocidad pero su respuesta es inmediata e, incluso en su modo RACE más radical, tampoco se nota artificial permitiendo leer bien la carretera. Es agradable en el día a día pero para conducción deportiva es tan directa que permite mantener las manos en el volante en casi cualquier carretera. Por supuesto que se nota filtrada pero en el mundo en el que vivimos hoy, diría que es de las que más me convencen. 

Giro la ruleta derecha del volante y paso a modo CONFORT para poner rumbo a casa. Este AMG CLA A45 S Shooting Brake tiene 5 modos de conducción: CONFORT, SPORT, SPORT+, RACE,  INDIVIDUAL y NIEVE, algo que se me hace excesivo. Al no montar esta la suspensión AMG RIDE CONTROL con amortiguación adaptativa («sólo» cuesta +1.500,00€) las diferencias entre modos se limitan a la respuesta del acelerador, la dirección y la intervención de las ayudas, por lo que los cambios son tan sutiles entre ellos que para mi no justifican tanta variedad. Durante esta semana a mi no se ha presentado ningún momento en el que prefiera ir en SPORT en lugar de SPORT+, o SPORT+ en lugar de RACE y termino utilizando solo los modos CONFORT, RACE e INDIVIDUAL. 

En éste último se pueden escoger los reglajes por separado gracias al sistema AMG Dynamics que me permite configurar dirección, acelerador, escape y ayudas en varios grados: Básico, Avanzado, Pro y Master. De nuevo, demasiadas opciones y más si las mezclas con que en medio de cada modo, gracias al segundo satélite en la parte inferior izquierda del volante se pueden modificar algunos reglajes también de manera independiente: control de tracción, modo del escape, cambio en modo manual…Al final son redundancias porque cada cosa en este coche la puedes hacer en tres sitios diferentes, pero imagino que cuando pagas estas cantidades de dinero uno no quiere renunciar a nada.  

Con una confianza ya plena, el último día decido irme todavía un poco más lejos, a una de esas carreteras perdidas tan lejos de casa que muchos coches no terminan de justificarme el camino. Y es aquí donde vuelvo a enamorarme de este motor montado a mano (en este caso por ¿Siradas Jrothrathas?) y este chasis que se disfrutan «a su manera». Porque el hecho de que sea un tracción total condiciona totalmente la experiencia. Éste sistema al que la marca llama AMG Performance 4Matic+ consigue darme una confianza que con otros coches de tracción trasera no tendría. Y al mejor prueba de ello es lo rápido que puedo hundir el pie derecho mientras termino de deshacer volante encontrando grip en los sitios más insospechados. 

Monta las llantas forjadas opcionales de radios cruzados (+2.613,00€) que ahorran algo de masa no suspendida y sobre todo quedan impresionantes en contraste con el gris de la carrocería y las pinzas de freno en color rojo

Porque sin entrar en muchos tecnicismos, aquí es en realidad donde hay más diferencia con un compacto «al uso» o más en concreto con un Mercedes-AMG A 35 pues, al sistema de serie que permite enviar hasta un 50% de par al diferencial trasero, éste AMG A45 S 4Matic+ incluye el sistema AMG Torque Control. Éste añade un par de embragues independientes montados a la salida de cada lado del diferencial trasero y es capaz de enviar de manera selectiva más o menos par a aquella rueda que lo necesite (y de regalo, permite tener un modo Drift para hacer el macarra en recintos destinados a ello, algo que al no ser mi coche prefiero no experimentar). 

Es difícil encontrar puntos flacos a este coche y, aunque en algunos medios he leído que la suspensión resulta un punto blanda, para mi resulta sobresaliente. Es dura pero soportable para el día a día y simplemente perfecta para carreteras ratoneras (no sé qué tal será en circuito). No cabecea nada de nada en aceleraciones o frenadas bruscas y en curva gira tan plano que parece que las inercias han desaparecido. No registra un histórico de fuerzas G (o no he sabido encontrarlo) pero estoy seguro que habrá superado las 1,5G en curva sin siquiera apretarlo al límite.

BRUTAL.

Su paso por curva es demencial y gracias a la tracción trasera se envía más par a la rueda trasera exterior ayudando a redondearla de manera sutil pero muy efectiva. 

Aunque también hay que reconocerle al César lo que es del César porque monta uno de los mejores neumáticos para coches deportivos de calle que he probado, unos Michelin Pilot Sport 4 S en medidas 255/35 R19 delante y detrás (a diferencia de los 245/35 R19 del AMG A45 S compacto por tener una llanta media pulgada más estrecha). Son lo siguiente a pegajosos y convierten cualquier movimiento de mis manos o mis pies en efectividad pura. 

Y por último aunque quizá lo más importante, quería terminar alabando el motor. Algunos lo tildan de perezoso y lo critican por tener solo 4 cilindros, pero probablemente o no lo han probado bien o no lo han entendido. Tiene muchísimo carácter por el enorme tamaño del turbo que monta por lo que su comportamiento recuerda casi al de un atmosférico.

¿Por qué se valora tanto un Toyota GT86 por ser atmosférico o un Honda S2000 por ese momento en el que «entra el VTEC» y a la vez se critica a este coche por tener una respuesta parecida? Es un coche que pide apretarlo, pide revolucionarlo y el resultado es un buen pico de adrenalina. El cambio además acompaña a la perfección, con saltos entre marchas instantáneos y en algunos momentos hasta violentos recordándome en modo RACE a los golpes de la SMG II que montaba el BMW M3 E46 por ejemplo. Para rematar, cada cambio se ve acompañado de un petardeo del escape que no solo me encanta si no que consigue emocionarme todavía más. 

Así que como verás el coche me encanta. No tiene pegas, no tiene problemas, no tiene puntos flacos. Las cosas como son. Y lo más importante es que no es un coche de esos que «van tan bien» que aburren. Sus límites están tan altos que el límite en muchas ocasiones lo pongo yo. Los frenos están ahora sí más que a la altura y tan solo después de varias pasadas fuertes y dejarlo parado unos minutos he notado el pedal algo esponjoso, pero imagino que sería el líquido recalentado por no haber hecho un buen ciclo de enfriamiento antes de pararme. 

De serie los frenos son brutales: discos ventilados y perforados en ambos ejes delantero y trasero, de 360mm y 330mm de diámetro respectivamente y unas enormes pinzas de 6 pistones en el eje delantero pintadas en color rojo. 

No he conducido últimamente un coche que pueda ir más rápido por mis carreteras favoritas y -prepárate que esta va a doler- está al nivel de diversión que la que te da un Ford Mustang V8 manual. De manera diferente porque aquí hay que estar mucho más concentrado y llevar un ritmo mucho más alto para disfrutarlo, pero es tan efectivo y va tan bien a esas velocidades que yo estoy dispuesto a renunciar por unos días a 4 cilindros para escuchar el aullido de estos apretadísimos 4 que le quedan al AMG. 

El consumo medio que he registrado es de 11,7l/100km con picos por encima de los 30l/100km. Es una buena media considerando lo que corre y la potencia que tiene, aunque bebe gasolina 98 y con un depósito de 51 litros su autonomía es de unos 450km. 

Paseo por dentro: muchas luces pero pocas nueces

El regusto que deja el interior de este y cualquier AMG A45 S es agridulce y quizá lo único mejorable del conjunto. Porque visualmente es el mejor interior del mercado de los compactos pero cuando vives con él te das cuenta que hay cosas mejorables como los ya famosos grillos o los touchpads del volante que no termino de estar a gusto con ellos por mucho que lo intento. 

En este AMG CLA 45S Shooting Brake sin embargo el mayor cambio son los asientos ya que no monta los baquets opcionales que tanto me gustaron en sus otros dos hermanos, si no los deportivos opcionales del paquete AMG de cualquiera de sus versiones con menor motorización. Aunque son algo duros también, resultan más cómodos que aquellos y lateralmente sujetan bien el cuerpo por lo que son una opción muy válida si quieres ahorrarte los más de 6.000€ que cuestan los baquets AMG Performance con regulación eléctrica y las demás parte del equipamiento que te obligan a comprar (techo panorámico, faros MULTIBEAM LED, sistema de sonido Burmester, etc…). 

El Head-up Display es un buen opcional en este coche para evitar apartar los ojos de la carretera cuando vas al ataque. Esta unidad no lo llevaba y cuesta casi 1.400€ pero es recomendable. 

Salvando esto todo lo demás es igual de bueno aquí que la demás parte del coche: el volante tiene el tamaño perfecto y salvo la alcantara de sus laterales que con sólo 9.500km ya se nota algo desgastada, hay mandos físicos para todo y llámame anticuado, pero a mi me sigue gustando poder activar o desactivar cosas (como los modos de conducción, el control de tracción, el tono del escape o el modo manual del cambio) con un sencillo botón fácil de localizar. 

Conclusión: da igual la carrocería, quédate con lo que hay debajo

Ya lo has visto, no soy capaz de sacarle pegas. La única el precio, pero eso ya te lo podrías imaginar antes de leer la prueba. La dirección me encanta, los frenos impresionan, la dirección transmite y es tan rápida que asusta la velocidad a la que entras en las curvas, la suspensión es firme pero tremendamente efectiva y el sonido…el sonido sigue en mi cabeza todavía hoy como el mejor sonido de un 4 cilindros hasta el momento. Ya lo dije y me ha vuelto a pasar: acelera tanto que marea. Pero todo sin perder esa diversión, esa chispa que incita a hacer el mal, a querer ir cada vez un poco más deprisa y a apurar cada curva y cada frenada con PLENA CONFIANZA. 

Sinceramente para mi que su carrocería sea esta CLA Shooting brake, CLA Coupé o la compacto de 5 puertas al uso es irrelevante. No tengo manos suficientes como para ver diferencias de bulto entre ellos y si tuviese que elegir me decantaría por el tercero pero por un puro tema de estética y por no necesitar tanto maletero, pero cualquiera de los 3 es un DEPORTIVO para todos los días que no defraudará a nadie. 

El nivel de perfección de este coche hace palidecer a deportivos de renombre de hace 20 años que en carreteras de este estilo ni te olerán. Sí, me refiero a coches como un Porsche 911 996, un BMW M3 E46 o incluso más de un Ferrari de los 90 o principios de siglo, a los que estoy seguro esta bestia dejaría atrás sin despeinarse, mientras los otros pelean por su vida para seguir la estela de este «compacto familiar».

IMPRESIONANTE. 

Galería de fotos (SdC):