PRUEBA: Cupra Ateca 4Drive 300CV (2021)

PRUEBA: Cupra Ateca 4Drive 300CV (2021)

¿Pueden las palabras "SUV" y "Deportivo" convivir en un mismo coche?

Sí, es un SUV. Y no, a mi tampoco me gustan los SUVs. Por concepto no tienen sentido ya que una carrocería familiar cumple con mejor nota en todos los aspectos de la palabra «Sport Utility Vehicle«. Además, por peso y altura no parecen tener los mejores ingredientes para construir un coche efectivo y pasional. Pero hoy en día parezco un bicho raro… 

Me gustan los coches, mucho, y me gustan de verdad desde bien pequeño. Desde un Jimny hasta un kart, y aunque los SUVs se me siguen atragantando, tengo que reconocer que si me surge la oportunidad de probar durante una semana un coche de 300CV, tracción total, escape Akrapovič y con el apellido nombre CUPRA me pica la curiosidad. Aunque sea un SUV, sí. 

Y si acelera en menos de 5s de 0 a 100km/h, todavía más.

Si este formato gusta tanto a tanta gente ¿tendrá algo que me estoy perdiendo? ¿es de verdad una compra inteligente? ¿a qué público puede convencer este coche?

Para contestar todas esa dudas lo mejor como siempre es dejar los juicios a un lado, ponerse al volante y ver hasta dónde llega el SUV de 300CV más “deportivo” y «barato» del mercado.

Un SUV «deportivo», sí…(creo que voy a usar bastante las comillas en este artículo…)

Pero…¿qué es esto? 

SEAT tardó tiempo en sacar su primer SUV y yo estaba contento pues la marca seguía fiel a sus orígenes. Pero de nostalgia no sobreviven las marcas en el siglo XXI y la marca lanzó el Ateca en 2016 relativamente tarde y copiando el concepto de sus competidores generalistas con un SUV de segmento C (creo que esto se llama SUV Compacto). Estaba basado en la plataforma de su compacto equivalente (el León) montando motores transversales de 4 cilindros, cajas manuales y automáticas y tracción delantera con opción total gracias a un sistema inteligente de tracción integral Haldex. 
 
¿Es un Todo Terreno? No. No ofrece reductora, tiene una altura libre al suelo mayor que la de un León por supuesto, pero relativamente pequeña (20cm) y un modesto ángulo de ataque (14°). Además los neumáticos están orientados al asfalto y con motores de 115CV y más de 1.600kg los caminos complicados se le atragantarán…así que en realidad es un coche de calle. Algo así como un compacto un poco más alto, con estética de todo terreno y un puesto de conducción elevado. 

Pero esta unidad que he podido probar no es un SEAT, es un Cupra lo que significa que es es la versión más potente y equipada del Ateca. La vende la marca Cupra directamente, sin referencias a la marca SEAT por ninguna parte del coche. Ni siquiera en la tapa del motor que luce el afilado logo de Cupra también. 

Equipa el prolífico motor EA88 de 4 cilindros, 2 litros, bloque de fundición de hierro y culata en aluminio, inyección directa y turbocompresor para dar 300CV a 5.300rpm (el corte está en unas 6.500, lo cual no es mucho…) y un par de 400 Nm desde solo 2.000rpm (lo cual sí es mucho…). 

Está acoplado a la también prolífica caja de doble embrague DSG de 7 velocidades de la marca y cuenta con tracción total, lo que quizá pueda ser una gran ventaja en conducción deportiva aunque sume bastante peso al conjunto. Pero de eso te hablaré luego.

Así que es un coche raro. No nos engañemos. Cuesta unos 45.000€ de base (con extras te subes por encima de los 5.000€ fácilmente) por lo que si buscas coches divertidos y puros de verdad, se me ocurren muchos otros antes por menos dinero (MX-5, GT-86, e incluso un 370Z) pero son coches con compromisos claros a nivel de espacio. Y es que si buscas un coche familiar, con mucho espacio interior y unas prestaciones «interesantes» hay también muchos compactos familiares en el mercado que cubrirán tus necesidades. 

La propia marca SEAT tiene soluciones como el León ST FR, o el el mismo Ateca FR con 150CV por 12.000€ y 10.000€ menos respectivamente así que, ¿está justificada esa diferencia de precio?. 

Vamos a verlo: 

Paseo por fuera

A mi este Ateca -y repito, sin gustarme especialmente este tipo de carrocerías- me funciona mucho mejor al ojo que la nueva línea SEAT/Cupra del nuevo SEAT León y compañía. Es discreto, y se nota desde la primera foto que le tiras. Sobre todo en este color blanco que al darle la luz tiene cierto tono perlado y que hace que pueda pasar por un coche más, algo que no tiene por que ser necesariamente malo. 

Y es que el Cupra Ateca no es como el Formentor que sí tiene una carrocería única para ese modelo. El Cupra Ateca toma directamente la estética del SEAT Ateca a la que aporta cierto toque estético menos de todoterreno y más de compacto deportivo, pero sin estridencias ni macarradas (para eso ya está el escape). 

Aunque mi elección de color sería el «gris mate Cupra», si buscas un coche más discreto este blanco es perfecto para ello.

El color bronce (¿cobre?) es el escogido para resaltar en llantas y logos la línea de colores de la marca. En su frontal tras el restyling de este año se vuelve más difícil todavía diferenciarlo de un Ateca al uso ya que ha perdido la palabra C U P R A que se marcaba en la parte baja del paragolpes delantero. Por la contra, ha ganado un par de bigotes pintados en gris a juego con las carcasas de los retrovisores que a mi en persona y en este color blanco me funcionan. Con el color rojo de la carrocería quedará algo raro…

El lateral está dominado por las llantas de 19” mecanizadas y pintadas en colores negro y cobre. No serían mi elección (las R Sport de 5 radios dobles son más discretas y elegantes para mi gusto) pero lo bueno en realidad está detrás de ellas. En el eje delantero monta unos interesantes discos ventilados, perforados y atornillados sobre una preciosa campana de aluminio (con logo de AUDI incluido) que miden 340mm y están mordidos por una pinzas fijas BREMBO de 4 pistones pintada también en color cobre. Aunque esto último es opcional (+2.541€) no es algo que se suela ver en un SUV cualquiera…

Para el eje trasero tampoco se han quedado cortos montando discos también ventilados de 310mm (en el Cupra León son macizos) mordidos por pinzas flotantes monopistón. Sobre las llantas este Cupra monta unos polivalentes Bridgestone Turanza 245/40 R19 de los que luego te hablaré…

En la tónica de este Ateca, la parte trasera tiene detalles diferenciadores como la palabra C U P R A en negro, el spoiler superior o un (falso) difusor, pero el mejor de todos estos detalles son las brutales 4 salidas de escape del sistema de escape opcional Akrapovič (7kg más ligero que el de serie) que monta este Cupra Ateca por ser una edición limitada de lanzamiento (Special Edition), y que por motivos que desconozco no es posible seleccionarlo ya en el configurador de la marca ni está disponible en el catálogo del fabricante.

Al verlo de cerca entiendo que este tipo de escapes cuesten lo que cuestan (prepara entre 2.000€ y 3.000€ entre materiales y mano de obra si las terminas encontrando) ya que es una obra de arte: la ligera línea de escape titanio, su voluminoso silencioso trasero, sus enormes colas mecanizadas con infinidad de taladros alrededor para hacer de resonadores y los logos serigrafiados en sus laterales (tan grandes que casi cabe el puño dentro) llaman la atención, por supuesto, pero lo mejor es la válvula activa que en función del modo seleccionado se abre o se cierra para regalarte unos petardeos y borboteos únicos. 

¡Cómo suena este SUV!

La trasera parece otra con estas cuatro salidas de escape

Paseo al volante

Pero vamos a la parte importante y el principal motivo por el que quería probar este coche. Me picaba la curiosidad, tengo que reconocerlo. ¿Puede un SUV «vitaminado» ser divertido? ¿Y efectivo? ¿Qué sensaciones es capaz de transmitirte un coche de más de 1.600kg, un centro de gravedad alto y cambio automático? El resumen tras varios días con este Cupra es que es BUENO en casi todo pero no es el MEJOR en nada. Pero vayamos por partes, porque esto quizá no es tan malo como te crees:

Para empezar me he preparado una buena ruta de unas 5 horas, con bastantes kilómetros de autopista hasta llegar a varios tramos de curvas -algunos de ellos mis tramos de referencia- y alguna que otra pista de tierra con pendientes pronunciadas incluidas, que para algo es un «todoterreno» (¿lo es?). Tras recogerlo y mientras salgo de Madrid me voy haciendo a unos mandos muy intuitivos y una suavidad propia de un compacto de 140CV más que un SUV de 300CV; se nota algo más durita la suspensión de lo normal, y el cambio DSG de 7 velocidades sigue siendo igual de rápido e imperceptible, tirando siempre a marchas largas para reducir consumos. 

Pero todo esto ya lo sabía y no creo que ni siquiera te interese, así que por fin llego al primer puerto, un tramo de unos 8km de subida con doble carril y un par de horquillas bien cerradas que me conozco como la palma de la mano. Paso del modo Comfort al modo Sport e inmediatamente el acelerador se vuelve algo más alegre, la dirección se endurece ligeramente  y la caja no cambia tan pronto. 

En las primeras 3 curvas me doy cuenta de dos cosas, una buena y una mala: empezando por la mala, se nota grande y pesado -en parte por la posición de conducción y una suspensión blanda en este modo que hacen que tienda a «morrear» claramente- pero la buena es que tiene un nivel de agarre en curva mucho más alto de lo que me esperaba. Gracias a eso noto que me cuesta poco ir subiendo el ritmo y para cuando he terminado el tramo me doy cuenta que estoy ya casi totalmente hecho al coche. En este modo el coche no apura las marchas al corte y me parece más pensado para hacer una conducción «ligeramente espirituosa» que una conducción más a cuchillo.

Afortunadamente, hay un modo todavía más deportivo, el modo Cupra. Se puede seleccionar a través del botón exclusivo en la parte inferior del pequeño volante -en realidad va saltando de modos, no selecciona directamente éste, algo que no entiendo del todo- o bien a través de la ruleta en al consola central -mucho más recomendable- e inmediatamente el coche se transforma. La válvula activa del escape Akrapovič se abre generando un sonido bronco mucho más interesante con petardeos de regalo en reducciones o al levantar el pie del acelerador, el acelerador se vuelve mucho más sensible, la dirección se endurece algo más pero sobre todo, lo más importante, la suspensión pasa a modo «tabla». 

Repito tramo para comparar. Esto es otra cosa, el coche apoya ahora mucho más franco, cabecea mucho menos en frenada y si en curva ya era rápido, ahora pasa a ser simplemente impresionante cómo el coche va exactamente por donde estás apuntando con las manos gracias a una dirección asombrosamente precisa y cómo se puede hundir el pedal derecho sin compasión justo tras pasar el vértice de la curva para aprovechar el impresionante agarre y tracción que tiene. Incluso con el volante girado y haciendo «las cosas mal» es un coche noble, de los que no te darán un susto. 

Y es que el motor empuja bastante aunque no termina de ser muy afilado, de esos que a poco que muevas el pie derecho notas un empuje brutal; incluso en su modo más radical Cupra la respuesta es bastante progresiva, teniendo el mayor empuje entre las 4.000 y 6.000rpm, zona donde mejor se extrae todo su jugo. 

Pero la verdad es que tras un buen rato exprimiéndolo no me termina de convencer dinámicamente. Lo noto demasiado rebotón sobre todo en extensión, dándome la sensación a veces de ir saltando por la carretera más que flotando o navegando por ella. En el Hyundai i30N Performance con su modo de suspensión más radical (Sport+) en este mismo tramo no me pareció tan molesto, pero en este Cupra termina siéndolo -imagino que no hay otra manera de pegar al suelo en curva un coche tan alto más que endureciendo todo (estabilizadoras, muelles, etc…). Así que concluyo que la mejor configuración para una conducción rápida efectiva es la con la suspensión (DCC) un punto menos dura, en modo Sport. 

En esta configuración Sport del DCC (el sistema de regulación adaptativa de la suspensión) el balanceo se acrecenta un poco pero también permite tener un mayor control del coche en todo momento sin rebotes que me descolocan el coche. Pero antes de terminar de subir el ritmo en otro de mis tramos favoritos me falta cogerle el punto a estos frenos opcionales BREMBO de 4 pistones. Y lo cierto es que en contra de lo que me esperaba, no me defraudan para nada, teniendo un aguante infinito para el uso al que está destinado este coche. 

Después de varias frenadas muy intensas en bajada soy incapaz de hacer que pierdan mordida, el pedal sigue igual de firme (su tacto no es el mejor pero me acostumbro rápido), no huelen casi nada (algo raro para la tralla a la que los estoy sometiendo) y creo que todo es por un mismo motivo: sus neumáticos, unos Bridgestone Turanza T005 245/40 R19 diseñados para trabajar bien en mojado, pero algo blandos y con problemas de agarre al límite de la frenada forzando el ABS relativamente pronto. Quizá con el equipo de serie estarían más acompasado el binomio frenos/neumáticos, pero estoy seguro que con el peso del coche acabarían en «modo barbacoa» tras un ritmo así de alto.

Y aunque aquí sería fácil decir «pues monto unos neumáticos más enfocados al agarre en seco, como unos Michelin Pilot Sport«, en realidad no sé hasta qué punto sería una buena idea, siendo este el punto que más dudas me ha creado y que me generaría si tuviese un Cupra Ateca. Ahora verás por qué…

Tras varias horas en tramos de curvas asfaltadas llego al primer camino de tierra como un niño con zapatos nuevos pero con la sensación de que esos zapatos son de traje, de esos que son delicados y no quieres que se arañen. La pista tiene muy buena visibilidad y es de tierra suelta así que selecciono el modo Offroad y intento sacarle los colores a esta tracción integral. Al poco rato me doy cuenta que no está hecho para esto, pero también que me lo estoy pasando en grande. 

Los surcos de agua, rocas sueltas y baches profundos no le sientan nada bien a este neumático de perfil bajo y obliga a ir sorteándolos si no quieres llevarte un susto, pero el ritmo que se puede llevar en pistas rápidas de tierra suelta si no te encuentras ninguna de esas cosas es altísimo y muy divertido. Puedo jugar con la trasera a la salida de las curvas e incluso deslizar con las 4 ruedas a la vez en curvas cerradas, algo que por supuesto añade un plus a este coche que jamás pensé que existiría. 

Y ahí es donde encuentro el mi primer problema con este coche. Y es que no termino de entenderlo del todo. Para pasármelo bien en estas condiciones no creo que hagan falta sus 300CV y 400Nm (sí su tracción integral) y con un Seat Ateca FR creo que podría ir igual o incluso más rápido gracias a un neumático con más perfil y una suspensión más blanda; en carretera me ha parecido efectivo pero no apasionante como esperaría de un coche de este precio y potencia…pero llevo poco rato con él, así que tampoco quiero sacar conclusiones aceleradas. Vuelvo a casa tranquilamente tras una buena tanda de fotos y dejo reposar un poco todo…

Segunda ronda. Nada más arrancarlo en mi garaje el escape me saluda con un golpe de gas acompañado de un sonido bruto (independientemente del modo seleccionado). Y eso vuelve a levantarme el ánimo con este Cupra; me gusta que un coche de enfoque claramente deportivo me recuerde todos y cada uno de los días lo que tengo bajo el pie derecho, y este escape lo consigue con nota. 

Para hoy he elegido otro buen tramo ahora de curvas más amplias y rápidas, selecciono modo Cupra e intento buscar de verdad sus límites. Y descubro que quizá está más pensado para estos terrenos, donde el Cupra no pueda irse de morro en una entrada de una curva muy cerrada y donde su paso por curva es simplemente impresionante. Repitiendo tramos donde hace unas semanas pasé con el Jaguar F-Type 21MY de también 300CV noto que estoy yendo más rápido y más seguro, con mejor frenada y una confianza a la salida de las curvas de esas que permite hundir el pie derecho sin contemplación, agarrar bien el volante y confiar en que el Cupra me sacará catapultado a la siguiente. Éste es en realidad su punto fuerte. 

La caja de cambios cumple con nota también en este escenario y las únicas cosas mejorables serían las pequeñas levas fijas en el volante que aunque estéticamente casan con el interior que se me hacen demasiado pequeñas y con un tacto con poco feedback, y el hecho de que incluso en modo Cupra no te deja llegar al corte y cambia solo de marcha aún trabajando con el cambio en modo manual. Otro de esos detalles que refleja que el coche no tiene ese enfoque tan radical como (yo, iluso de mi) esperaba. Lo que sí me ha dejado algo descolocado, aunque quizá se debiese solo a esta unidad, es la brusquedad de algunas reducciones a baja velocidad -sobre todo al bajar en ciudad de 2ª a 1ª- y la del sistema Start&Stop que transmite unas vibraciones al activarse nada tranquilizadoras…yo preferí desactivarlo siempre. 

La dirección no es nerviosa -de nuevo en línea con el enfoque que estoy aprendiendo del coche- pero sí es muy directa, con una zona inicial con poco giro pero que en seguida empieza a ganar peso, teniendo en el modo Cupra el peso adecuado (eso sí, comunicar comunica poco, como de costumbre) sin recurrir a durezas demasiado artificiales y pudiendo negociar casi el 100% de las curvas sin mover las manos del volante. Además en conjunto con su buena tracción y lo plano que gira para un coche de estas características, da mucha confianza, tanta como para jugar con sus inercias y hacer deslizar las 4 ruedas ruedas al mismo tiempo en curvas más cerradas con un control total, aun teniendo poco feedback en los dedos sobre lo que van haciendo las ruedas.   

Con unas ruedas más «chiclosas» sería más efectivo, seguro. Los frenos estarían más en consonancia y se podría apurar mucho más, pero no termino de creerme que alguien que compre este coche vaya a hacer lo que estoy haciendo yo: despertarse un domingo a las 7:00 para recorrer tramos y tramos de curvas buscando sus límites. Como mucho su usuario querrá recorrer algún que otro puerto de montaña de curvas amplias de manera «espirituosa» algo más rápido que los demás coches, o querrá hacerse largos viajes con la seguridad plena que aportan sus superlativos frenos, su buena estabilidad y un buen empuje del motor para hacer adelantamientos a velocidades «de Pegasus».

Resumiendo, que veo que me he vuelto a extender más de la cuenta. El Cupra Ateca pide ser conducido mordiendo ese cuchillo suavemente, a un 70% de lo que da tu mandíbula. Ahí es donde brilla. Además puedes hacer el cabra con él en pistas rápidas no muy rotas marcándote derrapadas muy controladas con las 4 ruedas y si la cosa se descontrola sus frenos te sacarán de cualquier apuro. Suena bien, muy bien (el escape Akrapovic es el gran generador de sensaciones) y su dirección es tan directa como esperarías de un coche de este enfoque pero termina notándose su peso, su altura y sus neumáticos hacen que en asfalto pierdas parte de la diversión. 

Pero en conjunto es un coche asombroso en realidad; nunca esperé que un SUV pudiese ir así de rápido por una carretera de curvas y dudo que haya alternativas en el mercado que estén a la altura de este SUV por menos precio (supongo que un Macán irá mejor, pero estamos hablando de segmentos y clientes muy diferentes). 

Y créeme que nunca pensé que escribiría esto…

Paseo por dentro 

Me esperaba otra cosa. Los interiores del grupo VAG nunca han sido de mi predilección, y eso que he vivido muchos años con uno de ellos. Suelen ser robustos, sí, con materiales normalmente de buena calidad pero pecan de sobrios. Y eso es lo que esperaba en el Cupra Ateca, pero me he llevado una buena sorpresa. 

Nada más abrir la puerta mis ojos caen en sus asientos. La tapicería de piel «Azul Petrol» es opcional (998€) y recubre los paneles de las puertas y unos preciosos asientos baquet con un apoyo lateral excelente y con el logo Cupra en relieve en su cabecero. Aunque como con el color blanco de la carrocería este azul quizá no sería mi elección, aprecio que Cupra haya querido darle un toque diferenciador a sus interiores y que en cuanto te subes tengas la sensación de ir en el interior de un coche especial. 

Ya acomodado en sus elevados asientos, regulo el volante para conseguir una posición de conducción buena pero con el volante algo tumbado para mi gusto, y me fijo en él. Se convierte inmediatamente en mi parte favorita del interior, y prueba de ello son las más de 50 fotos que tengo del mismo. Es pequeño, con un buen grosor en todas sus zonas y con todos los botones perfectamente distribuidos sin molestar en ningún momento. Vale que el achatamiento inferior sobra, pero se me olvida rápidamente al ver los dos botones incrustados bajo los brazos horizontales. 

El derecho es el botón de arranque, al más puro estilo Ferrari (y eso mola, lo mires por donde lo mires) y el izquierdo con el logo de Cupra que sirve para cambiar de modos de conducción. Habría preferido que en su programación este botón pasase sólo entre Cupra, Normal e Individual (como en un i30N), porque no tiene mucho sentido para mi pasar por los moods Offroad y Snow todo el rato para volver al Normal, pero la ruleta de la consola central (o la pantalla táctil central) lo solucionan también bien. 

Y es esta pantalla central otra de esas cosas que han terminado gustándome mucho de este interior, es muy intuitiva (más que la de un Mazda o un Volvo por ejemplo) y dispone de Apple Car Play y Android auto ya inalámbrico -por fin- que funciona a la perfeccción. El cuadro de instrumentos también es 100% pantalla -ya sabes que no termino de ser un fan de ello- pero lo bueno es que se puede cambiar su configuración desde el volante y, salvando esa en la que muestra velocidad y revoluciones a los laterales al estilo BMW, las demás configuraciones son muy claras y agradables. Especialmente la que planta las el cuentarevoluciones en el centro con la velocidad y marcha engranadas en su interior.  

Si te compras este coche entiendo que también te interesarán las plazas traseras y el maletero, de los que te puedo decir que son más que suficientes para viajar 4 personas cómodamente o con una 5ª que sea delgadita. En general es un interior que me ha gustado más de lo que me esperaba y me alegro que Cupra haya mantenido los mandos físicos para todo lo importante y haya buscado darle un toque diferenciador más allá de poner un par de toques en color bronce (cobre?) aquí y allí. 

Conclusión

Este artículo ha sido uno de los más difíciles de escribir; habré podido escribir algunas partes hasta 4 y 5 veces porque no conseguía terminar de ordenar las ideas en mi cabeza. Odio con toda mi alma los SUVs y estoy seguro que en mi casa nunca entrará uno, pero la semana que lo he tenido ha sido el coche que he utilizado en más ocasiones de todos los probados este año. ¿Eso quiere decir que es un buen deportivo?

Pues la realidad es que no, creo que es un buen coche familiar MUY prestacional (estoy seguro que más de lo que te esperas) para alguien que busque «estar a la moda» con una estética de SUV y salir de vez en cuando de ruta alegre. E incluso que se quiera hacer viajes largos cómodamente con él, con un consumo relativamente contenido (mis consumos rozaban los 13-14l/100km pero en conducción relajada se rondan los 8-9l/100km, lo cual está muy bien para un coche así de pesado y alto). 

Quizá esa misma persona que se compraría una berlina potente (>200CV) hace 10 años. Coches para conducir todos los días, poder viajar en ellos cómodamente, que son estéticamente diferentes pero a la vez discretos y algo deportivos. Y este CUPRA cumple todos esos puntos pero a mi personalmente no me termina de EMOCIONAR. Tiene muchísimos ingredientes con los que intentarlo y casi conseguirlo -un escape evocador, unos frenos absolutamente impresionantes (ambas cosas opcionales, cuidado) y un agarre totalmente inesperado para un coche así- pero no te pone la piel de gallina al hundir el pie en el acelerador ni terminas sudando por la adrenalina al terminar el tramo. 

Sin embargo tiene una gran ventaja, su POLIVALENCIA: su altura libre al suelo y tracción total te permiten también descubrir caminos de tierra con los que disfrutar del coche de una manera que con cualquier otro compacto deportivo no podrías ni imaginar. Y eso no lo podías hacer con una berlina potente. 

¿Recomendaría la compra de este CUPRA? No he probado otros SUVs prestacionales en este nivel de precios pero como te decía no tiene apenas alternativas SUVs por este dinero. En mi caso, yo me ahorraría esos 12.000€ comprando un León FR -si es que estás loco por los SUVs, el Ateca FR sería tu opción- y me los gastaría en un coche más pasional de segunda mano (un Mazda MX-5, un BMW Z4 E85, un MINI Cooper S o incluso un Abarth 595). Coches con los que disfrutar más del coche los fines de semana, aunque recorras el mismo tramo más despacio.   

Pero si solo quieres un coche que lo tenga todo, si no eres de los que te gusta quemar adrenalina a horas intempestivas por tramos de montaña desiertos y eres de SUVs…me parece una opción bastante redonda. Mi cabeza estaba llena de prejuicios, y lo sigue estando, pero este Cupra ha conseguido una cosa:

Aumentar todavía más mis ganas de probar el nuevo Cupra Formentor y Cupra León pues creo que pueden suplir todos estos puntos flacos del Ateca…

Las pruebas, muy pronto en www.SaberdeCoches.com.