PRUEBA: Jaguar E-Type (1966)
Hay días especiales que como amante del motor son difíciles de olvidar. La primera victoria de Fernando Alonso, esa primera visita a Nürburgring o la primera vez que vi en persona un Ferrari Enzo. Momentos que para ti podrán ser otros -la muerte de Senna, tu primera victoria a los karts o quizá la primera vez que condujiste un Porsche…- pero que estoy seguro ahora te han asaltado la memoria sin control muchos ejemplos.
Entre los míos ahora puedo añadir uno más: el día que conduje un Jaguar E-Type.
Nunca suelo estar nervioso en estas ocasiones pero hoy reconozco que lo estoy. No todos los días tienes la oportunidad de conducir el coche más bonito de la historia…